Ya lo dijo Sócrates. “El modo de obtener una buena reputación es procurar ser lo que se desea parecer”. Y, a la inversa, igualmente importante es parecer lo que se desea ser. A los ojos de los demás, Joan Laporta y sus directivos se han convertido en una máquina de dejar mensajes y tuits con el objetivo, nada desdeñable, de lavar la mala imagen que ha ido oscureciendo a la marca Barça en los últimos años.
Bartomeu ya lo intentó, aunque de forma desafortunada, al usar los bots de i3Ventures para "controlar el daño reputacional" que, según el propietario de la empresa tecnológica, Carlos Ibáñez, estaban generando personas como Guardiola, Jaume Roures y el propio Laporta, paradójicamente.
Una máquina de tuitear
Ahora, el presidente actual apuesta por tuitear de forma constante sobre cualquier ámbito, siempre y cuando tenga una mínima relación con el Barça y sirva en clave positiva para la buena imagen del club. Se apuntó a las celebraciones del Open de Australia que conquistó Rafa Nadal (un reconocido madridista), y es habitual que verle tuitear celebrando los éxitos del femenino, el equipo de baloncesto y las demás secciones.
También lanza constantes mensajes de ambición y optimismo en clave de futuro, sobre todo después de que el Barça sufra un mal resultado. La voluntad de Laporta y sus allegados es ejercer de paracaídas y minimizar cualquier daño interno y externo que pueda recibir el FC Barcelona, al menos a ojos de los aficionados y los medios de comunicación.
En defensa del club
Algunos de sus hombres de confianza, como Finestres y Enric Masip, no dudan tampoco en arremeter contra aquellos medios periodísticos que publican informaciones negativas o parciales sobre el devenir del Barça, o que a veces guardan silencio ante algún éxito culé.
Una de las obsesiones de la junta laportista, según parece, es lavar la imagen y reputación del club de forma mediática, con las redes sociales como una de las vías de blanqueo. Y eso sucede, sobre todo, porque esta es una temporada que podría cerrarse en blanco para el primer equipo. A falta de títulos de relieve, con los de Xavi en la cuarta posición de Liga y disputando la Europa League, cualquier buena noticia debe ser magnificada como excelentísima noticia.
Gavi, junto a Pedri, Ferran Torres y otros jugadores del Barça / EFE
Los nuevos ídolos del Barça
De ahí la aparición de hashtags como el Dream Teen continuo en el que se basan varias de las publicaciones de la cuenta oficial en los últimos meses, siempre con el objetivo de agarrarse como sea a la ilusión que despiertan las jóvenes promesas que han irrumpido. Los Gavi, Nico, Ferran Torres, Pedri, Ansu Fati y compañía son encumbrados pese a no haber conseguido todavía gestas importantes con la elástica azulgrana. Niños que, como ocurre en las guerras, tienen que convertirse en hombres más rápido de lo normal. De forma acelerada, por obligación.