Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, quiere iniciar las obras de transformación del Camp Nou cuando acabe la actual temporada. Tres meses antes de que el equipo de Xavi Hernández dispute el último partido de Liga contra el Villarreal –22 de mayo--, todavía quedan muchos trámites por resolver. Desde la financiación a los permisos municipales. Con más incógnitas que certezas, el Barça va al límite para comenzar el proyecto más ambicioso del siglo XXI.
El Barça, hoy, ni tan siquiera tiene los permisos municipales para comenzar las obras. El Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau, aprobó el proyecto que presentó la anterior junta directiva, presidida por Josep Maria Bartomeu. Desde su victoria en las urnas, el 7 de marzo de 2021, Laporta introdujo muchos cambios en el Espai Barça que afectan a la estructura del Camp Nou.
Traslado a Montjuïc
El nuevo proyecto de Nikken Sekkei debe ser validado por el Ayuntamiento de Barcelona. En la plaza de Sant Jaume todavía esperan que el presidente del Barça les presente todas las modificaciones introducidas en los últimos meses. Ha habido contactos muy discretos entre las dos partes en los que se han hablado de los cambios y, sobre todo, del probable traslado del Barça al Olímpic Lluís Companys en la temporada 2023-24.
Ada Colau y Joan Laporta (centro), en el Ayntamiento de Barcelona / EFE
“Hay contactos permanentes con los equipos técnicos municipales”, admite una fuente del Barça, muy próxima a Laporta. La misma, no obstante, asegura que todavía no se ha fijado un día para la presentación del nuevo proyecto a la alcaldesa de Barcelona.
La tercera grada
En el consistorio de Barcelona, mientras, explican que los trámites nunca son rápidos. Quieren estudiar los cambios introducidos por la actual junta directiva respecto al proyecto inicial. La transformación de la primera grada será mínima. En cambio, la actual junta directiva quiere derribar la tercera grada y construir una nueva, totalmente simétrica, y dos anillos de palcos. Estos cambios provocarán importantes cambios en la visibilidad de los socios con localidades más lejanas del campo.
La primera entidad deportiva de Cataluña, asimismo, deberá negociar un precio por el alquiler del Olímpic Lluís Companys. David Escudé, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, habló de 20 millones de euros, una cantidad que en el Barça consideran excesiva y fuera de mercado. De ahí que el club siga deslizando que tiene otras opciones.
Recreación virtual de los futuros palcos del Camp Nou / FCB
El nuevo Palau
El Barça también construirá un nuevo Palau Blaugrana con capacidad para 15.000 personas, un pabellón mucho más amplio que el diseñado inicialmente por Bartomeu –pensado para 10.000 espectadores--, que se levantará en los terrenos del antiguo Miniestadi. El club completará esta obra con un segundo pabellón polideportivo mucho más pequeño y una pista de hielo.
A falta de los permisos municipales, el Barça todavía no tiene resuelta la financiación. Los socios aprobaron, en referéndum, que la directiva solicitara un crédito por valor de 1.500 millones de euros para ejecutar las obras.
Goldman Sachs
Bartomeu tenía atada la financiación con Goldman Sachs, que ya ha concedido 595 millones de euros al club y había dado luz verde a otro crédito de 825 millones. Ahora, el proyecto se ha disparado hasta los 1.500 millones y los responsables de la banca de inversión estadounidense todavía deben avalar los cambios introducidos por la actual junta directiva.
El Barça, por otra parte, todavía no ha anunciado el nombre de la constructora o constructoras que se encargarán de las obras del Espai Barça. Ni se conoce el interés que deberá pagar el club en los próximos 35 años. En las oficinas del Camp Nou asumen que será muy superior al 2% deseado por el elevado coste del proyecto.
La dimisión de Reverter
Un último factor que también puede jugar en contra del Barça es la reciente dimisión de Ferran Reverter, director general del club, que lideró las negociaciones con Goldman Sachs. Su renuncia es una mala noticia para los inversores.
Ocho años después de que los socios del Barça aprobaran por primera vez en referéndum el Espai Barça, las obras de transformación del Camp Nou todavía no han empezado. A falta de tres meses para que termine la temporada, todavía quedan muchos asuntos por resolver para que las grúas entren esta primavera al estadio.