Otra dimisión de peso en el FC Barcelona. José Elías ha renunciado a su cargo como miembro del consejo del Espai Barça. El club no ha hecho pública la noticia por no tratarse de una posición decisiva para la estructura de gobierno de la entidad, pero según ha podido confirmar Culemanía se produjo hace ya dos semanas. El que fuera principal avalista del club, junto a Jaume Roures, ya no tiene ningún vínculo directo con la entidad catalana.
Elías, un empresario de reputado prestigio y solvencia que esta semana celebraba la entrada de otra de sus empresas, Atrys, en el mercado continuo de la bolsa, anunció verbalmente que dejaba de formar parte de la comisión del Espai Barça a finales de enero. Lo hizo en su condición de asistente a una de las reuniones que se celebran cada dos o tres semanas para calibrar como avanza el proyecto que dará origen al nuevo estadio azulgrana y pidió expresamente que constara en acta su renuncia.
Según ha podido saber este medio, el hasta hace poco avalista de Laporta llegó a solicitar al presidente de la comisión, Jaume Llauradó, que se encargue de que el club haga pública la lista de miembros que componen la citada comisión. Se lo pidió de manera informal, en un ambiente distendido, con el único objeto de asegurarse que queda patente, de manera oficial, que ya no forma parte de ella.
Los motivos del adiós de Elías
La salida de Elías no ha sido abrupta ni polémica. Se marcha de buenas formas y por motivos muy concretos: su idea de pertenecer a una comisión de este tipo no pasa por tener atribuciones meramente consultivas. A Elías le gustaría poder intervenir con cierto poder de decisión, pero al ver que eso no iba a ser posible, consideraba una pérdida de tiempo estar allí proponiendo ideas que probablemente quedarían en papel mojado. Asimismo, considera un riesgo innecesario formar parte de una comisión donde no se puede controlar la toma de decisiones y donde se expone a salir salpicado de un posible escándalo en caso de que las cosas se hagan mal.
Esta dimisión ya fue anticipada por Culemanía en diciembre, en forma de advertencia. Elías se había dirigido al propio Llauradó y a Elena Fort en una reunión anterior, en la que solicitó poder tener una particpación que no fuese consultiva. Pidió que le respondiesen sobre si podía tener una participación más activa y en la siguiente reunión de comisión, ya en enero, le dijeron que no era posible y que el órgano era meramente consultivo. Fue entonces cuando decidió renunciar al cargo. Dos semanas después ha llegado la dimisión de Ferran Reverter, CEO del club y que tenía muy buena relación con Elías. La marcha del uno no está vinculada a la del otro, pero sí se da la circunstancia de que en ambos casos son decisiones que se han tomado en relación al Espai Barça. Hay que recordar que la gota que colmó el vaso de la paciencia de Reverter fue la filtración del acuerdo con Sportify, donde el director general apenas participó, quedó al margen.
Elías, sin avales ni comisión; Romeu sigue
Elías ya está totalmente desvinculado del Barça debido a que este mismo mes de enero dejaron de ser preceptivos los avales para presidir un club de fútbol. A raíz de un Real Decreto que entró recientemente en vigor, los clubes ya no tiene la obligación de avalar el 15% del presupuesto. La Liga, por tanto, ya no custodia ese aval bancario que, de momento, sí que se mantiene firme en las entidades bancarias que han participado: La Caixa y, sobre todo, el Banco Sabadell.
Eduard Romeu, en la asamblea de socios compromisarios de 2021 / FCB
En un mes, Elías ha retirado sus avales y ha renunciado a la comisión del Espai Barça, como ya anticipó él mismo en diciembre. Queda totalmente desvinculado del club salvo por su condición de socio y seguidor. El que sigue metido en la entidad es el consejero delegado de su grupo de empresas, Eduard Romeu, que figura como vicepresidente económico de la junta directiva. Aunque se ha llegado a plantear en algún momento la posibilidad de presentar su dimisión, Romeu está decidido, al menos hasta final de temporada, a llevar a cabo la labor para la que entró en el Barça: revertir la mala situación económica y sanear el club.