La dimisión de Ferran Reverter como director general del FC Barcelona ha supuesto un auténtico terremoto. La noticia ha llegado en un momento extraño, con la euforia deportiva tras la importante victoria en Liga sobre el Atlético y la noticia de un acuerdo de patrocinio supuestamente rompedor con Spotify que, sin embargo, se está vendiendo como algo más positivo de lo que realmente es. Si bien es cierto que era mucho más difícil cerrar un buen sponsor sin Messi y con el club hecho trizas, en primer lugar hay que recordar que las gestiones para mantener al astro argentino se podrían haber conducido de otra forma, y, en segundo lugar, no se puede dejar de lado que el Barça manchará el nombre del estadio por primera vez en su historia a cambio de una cifra que el martes era de 280 millones en tres años y ahora ya ha bajado hasta los 225 millones en el mismo lapso de tiempo. Un acuerdo que en principio suponía ocupar el apellido --Camp Nou Spotify-- y que ahora ya se sabe que implicará la venta del naming right: Spotify Camp Nou. Por todo ello, muchos socios no solo empatizarán con el adiós de Reverter sino que se preguntarán si Laporta está malvendiendo el nombre de su coliseo azulgrana.
Ferran Reverter y Joan Laporta en la presentación de la Due Diligence / EFE
La mala noticia de la dimisión deja, por lo tanto, muchas lecturas negativas. Laporta pasa a tener de forma indiscutible el control absoluto del club, ya que Reverter era de los pocos que se enfrentaba al presidente y le ponía freno. Y no solo eso, sino que pronto se desligará también de los avalistas, a los que ya no necesita. De forma que el Barça habrá perdido en cuestión de unos días todos los mecanismos de control financiero del club: la junta está exenta de cumplir el artículo que limita el techo de crédito, ya no está sometida a la obligación de dimitir en caso de dos años de resultados negativos que establece el artículo 67 y ya no hay un aval que garantice la viabilidad del club en caso de gestión de negligente.
Ahora está por ver qué pasa con la figura del director general. En las últimas horas han circulado informaciones de un supuesto acuerdo entre Laporta y Reverter para que el CEO acabe la temporada mientras se le busca un sustituto. Otras vías apuntan que el CEO ya lo tendría hecho para irse a trabajar a Grífols, de donde venía, precisamente, una prima de Joan Laporta que ha sido colocada en el club. Y, mientras tanto, hay un hombre que se frota las manos con todos estos movimientos: Javier Tebas.
'El Marciano' Reverter que no gustaba a Tebas
El presidente de la Liga sería de los pocos que celebran la marcha de El Marciano, como llaman en el entorno de Tebas a Reverter, según desveló el periodista Sique Rodríguez en TV3. Al parecer, el todavía CEO del Barça ha sido uno de los principales impedimentos en las negociaciones del FC Barcelona con la Liga y CVC. Aunque los recados que se han mandado Laporta y el presidente de la patronal han sido constantes, el abogado sí era partidario de pactar con la Liga y CVC en verano, pero, según circula, Reverter consiguió persuadirle de que no lo hiciese. De ahí vino, supuestamente, la marcha de Leo Messi. También se dice que Reverter es un ferviente admirador de Florentino Pérez y, sobre todo, de su director general, José Ángel Sánchez.
Joan Laporta, Javier Tebas y Florentino Pérez, en un fotomontaje / Culemanía
Habrá que ver si la marcha de Reverter abre definitivamente las puertas de la Liga al Barça, ya que es una evidencia que para el Real Madrid van a seguir cerradas. Las relaciones de Florentino Pérez con Tebas son peor que malas, no pueden ni verse, mientras que en los últimos años el dirigente del organismo del fútbol español ha mantenido buenas relaciones con Josep Maria Bartomeu y aspiraba a seguir en la misma línea con Laporta. Su primera toma de contacto no ha sido la mejor, pero parece que las relaciones pueden reconducirse.
Mateu Alemany y Haaland, en el horizonte
Una figura clave en este sentido será la de Mateu Alemany, cuya relación con Tebas es óptima desde que era director general del Valencia. Laporta habría entendido lo importante que es tener a la Liga de su parte, ya que esas sinergias pueden ser muy útiles para el Fair Play Financiero y, a su vez, para poder plantear una contratación multimillonaria como la de Erling Haaland, también en el objetivo del Real Madrid.
Si el presidente azulgrana se reconcilia con Tebas de la mano de Alemany y consigue inyectar liquidez a través de CVC, Spotify y logra, además, un anticipo por el Espai Barça, puede solventar en buena medida la crisis económica que ahora atraviesa. La alianza entre el Barça y la Liga parece un win-win para las dos partes, pero está por ver si eso es compatible con mantener las sinergias con un Florentino Pérez que sigue en contra de CVC, empeñado en la Superliga y tiene más argumentos económicos para seducir a Haaland.