Pierre-Emerick Aubameyang ha superado las pruebas médicas para convertirse en nuevo jugador del FC Barcelona. El acuerdo económico está cerrado y también su desvinculación del Arsenal. Todo se ha firmado antes de las 12 de la noche pero no se ha hecho oficial porque el delantero llegará como agente libre y, por lo tanto, se puede inscribir pasado el 31 de enero. No ha sido fácil, pero todas las partes han asumido hacer un gran esfuerzo y el gran beneficiado, a priori, es el club gunner, que se quita de encima a un jugador con el que arrastraba serios problemas y una ficha enorme, de 19 millones de euros brutos por temporada.
Aubameyang todavía tenía un año y medio de contrato con el club de Londres, lo que supondrá al Arsenal un ahorro de prácticamente 30 millones de euros en un jugador que no quiere el entrenador, Mikel Arteta. El técnico, que fue segundo de Pep Guardiola en el Manchester City, era su gran valedor cuando aterrizó en el banquillo del Emirates y le llegó a dar la capitanía. Posteriormente, se la arrebató y las tensiones estallaron definitivamente un día en que el delantero llegó tarde a un entrenamiento. Esto ha facilitado enormemente su salida.
Aubameyang se fotografía con Arteta el día que firmó su renovación para el Arsenal / ARSENAL
En el Barça están encantados porque Xavi imploraba la llegada de un delantero centro y, tras ponerse imposible el fichaje de Morata, Aubameyang era el preferido del egarense. Se trata de un futbolista díscolo y rebelde, con mucho carácter, pero con instinto matador de cara a portería. Este año, apartado, suma siete goles en 15 partidos. A lo largo de su carrera, está a solo cinco de los 300 (98 en la Bundesliga con el Borussia de Dortmund en cuatro años y medio; 68 en la Premier League con la camiseta del Arsenal en cuatro años). Sin embargo, la operación ha sido muy complicada.
18 meses condicionados
El contrato será de seis meses prorrogables por otros 12 meses más. La idea es que se cumplan 18 meses en total, es decir, hasta el 30 de junio de 2023, que es lo que le quedaba con el Arsenal, pero el Barça se ha reservado la posibilidad de no renovarlo a 30 de junio de 2022. El jugador, representado en las negociaciones con Mateu Alemany por Eugenio Botas, también ha establecido una cláusula de penalización por la cual el Barça tendría que indemnizarle si finalmente no prorroga el contrato esos 12 meses. De esta forma, las dos partes se cubren y la idea del futbolista es que en su segunda temporada pueda recuperar buena parte de lo que deja de cobrar ahora.