Los líderes del procés pidieron al FC Barcelona que cediera el Camp Nou durante el 1 de octubre de 2017 para convertirlo en un gran centro electoral, según informa El Mundo. El citado rotativo también explica que los políticos independentistas exigieron el acceso a la capilla del estadio para "refugiarse en caso de carga policial".

La respuesta de la junta directiva del Barça disgustó a los líderes independentistas. El club alegó que estaría "encantado" de ceder sus instalaciones, pero recordó que ese día se debía disputar un partido de Liga de Primera División. El rival era la UD Las Palmas.

Las presiones de Puigdemont

Con las primeras imágenes de cargas policiales en algunos colegios electorales, la presión al FC Barcelona se intensificó. Según cuenta El Mundo, el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, contactó por teléfono con Bartomeu para pedirle que no se disputara el partido. "Supongo que hoy no jugaréis", le espetó Puigdemont a Bartomeu.

Una foto de archivo de banderas independentistas en el Camp Nou / EFE



Banderas independentistas en el Camp Nou / EFE

Las siguientes horas fueron muy complicadas en el Barça. Algunos directivos eran partidarios de jugar el partido y otros se decantaron por la postura contraria. El club optó por una decisión salomónica: se jugaría el partido a puerta cerrada, sin espectadores. La directiva alegó que no querían perjudicar los intereses del equipo y, al mismo tiempo, que se visualizara su rechazo a la actuación policial.

Piqué y Sergi Roberto, en contra

El debate sobre si el partido debía jugarse o no también se trasladó al vestuario. Piqué era uno de los futbolistas contrarios a la disputa del encuentro. También estaba en contra Sergi Roberto. En una reunión que Piqué mantuvo con Bartomeu en el palco del Camp Nou, el futbolista le pidió que no se jugara el partido: "No podemos jugar porque están dando hostias a la gente". En esos momentos, el técnico, Ernesto Valverde, y el resto de los jugadores esperaban noticias en el vestuario.

La postura de Piqué fue rechazada por otros futbolistas. Entre ellos, Messi, partidarios de que se jugara el partido. En la reunión que Bartomeu tuvo en el vestuario, el defensa silenció su postura y el club acordó que se disputara el encuentro. El entonces presidente recordó que el Barça sería penalizado si el equipo no jugaba el partido.

El enfado de Jordi Sánchez

El presidente de la ANC, Jordi Sánchez, se mostró contrariado con la postura del Barça. Telefoneó personalmente a Bartomeu y le espetó: "Eres un antipatriota". Horas después, los Mossos suspenden el Nàstic-Barcelona B por motivos de seguridad.

Carles Vilarrubí, vicepresidente institucional, y Jordi Monés, vocal, presentaron su dimisión tras la disputa del partido.