En el año 2017 Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, quiso utilizar al Barça como una plataforma propagandística para la difusión del proceso soberanista. Según informa El Mundo, los líderes del proceso independentista querían explotar la potencia publicitaria y económica del FC Barcelona.
El plan de los independentistas era convertir el club en una caja de financiación alternativa. Desde El Mundo desvelan como Puigdemont pidió dinero al Barcelona en concepto de “patriotismo”. Hasta un total de 2.6 millones de euros solicitó la administración al club para pagar la fianza de Artur Mas.
Bartomeu no aceptó las pretensiones de Puigdemont
Según informa el citado medio, la petición habría sido denegada por el entonces presidente Josep Maria Bartomeu. Los líderes independentistas también pidieron que el Barça cediera sus instalaciones para montar un gran colegio electoral en el Camp Nou.
Josep María Bartomeu, expresidente del Barça, en una rueda de prensa / EFE
La junta directiva liderada por Bartomeu argumentó que no podía atender tal petición porque el conjunto azulgrana se enfrentaba ese día a la UD Las Palmas en un partido de la Liga. El encuentro finalmente se disputó a puerta cerrada.
Bartomeu se mantuvo firme en todo momento. El por entonces presidente del Barça no cedió a las presiones. No quiso implicar al club hasta ese nivel. Sí que es cierto que en varias ocasiones había mostrado su apoyo a los políticos encarcelados, pero nunca quiso llegar a tanto.
Evidentemente esto originó una guerra interna entre él y Carles Puigdemont. El entorno independentista llegó a especular con la idea que, de lograr la independencia, los clubes catalanes debían renunciar a las competiciones españolas y europeas. Josep Maria Bartomeu siempre descartó esta posibilidad.
Bartomeu, durante su entrevista en 'Vaques sagrades' de Esport3 / Redes
Investigación de perfiles falsos
Todo esto causó un ejército de bots en Twitter. El Mundo recopiló información de los dispositivos electrónicos intervenidos por los Mossos d'Esquadra a varios ex ejecutivos del Barça. Estos miembros del club forman parte del 'Barçagate'. Este caso investiga la contratación de una empresa que podría haber gestionado la creación de perfiles en redes sociales para difamar a jugadores y opositores al movimiento independentista.
El objetivo de Carles Pudigemont era convertir al club catalán en un instrumento para el proceso independentista. Cabe destacar que el entonces presidente culé contestó a los mensajeros independentistas que si Puigdemont quería algo, que le telefoneara personalmente, aunque les dejó claro desde el principio que no les ofrecería al club como herramienta de blanqueo.