El FC Barcelona no alcanzó por muy poco los 1.000 millones de ingresos en 2019. En el año previo a la pandemia, el club que presidía Josep María Bartomeu tuvo 42 patrocinadores, cifra récord en la historia de la entidad. Tres años después, el Barça palidece. La actual junta directiva, liderada por Joan Laporta, ha puesto el foco en la masa salarial del primer equipo, pero encalla en la búsqueda de nuevos sponsors. Y, a finales de temporada, vencen algunos contratos importantes como Rakuten y Beko. El vicepresidente de marketing, Juli Guiu, y Àlex Barbany, director de nuevos recursos, son los máximos responsabes del área comercial.
Laporta, obsesionado con liquidar la herencia de la anterior directiva, inició muy pronto una purga de ejecutivos y empleados del club. Una decisión muy controvertida fue el despido de Judith Rubinat, una ejecutiva que había alcanzado notoriedad en Nike y que ejercía de enlace entre el club y los patrocinadores. Más sonada aún fue la marcha, meses después, de Jordi Camps, el anterior director comercial del Barça. También causó baja Xavier Asensi.
La negativa de Cinto Ajram
El actual presidente del club, paralelamente, recibió un duro golpe cuando Cinto Ajram rechazó su propuesta para dirigir el departamento comercial. Actualmente, las negociaciones con las principales marcas comerciales las asumen entre Ferran Reverter, CEO del club, Àlex Barbany y Juli Guiu. Con escaso éxito por el momento.
Nike, el sponsor técnico del Barça, apremia al club para conocer el nombre de la marca comercial que lucirá su logotipo en la camiseta del primer equipo de fútbol. La multinacional estadounidense todavía no ha recibido ninguna respuesta y el silencio del club puede ralentizar la fabricación de los nuevos uniformes. En la temporada 2017-17 ya se comercializaron camisetas sin el nombre de ningún patrocinador.
Rakuten abandona al Barça
Rakuten ya ha comunicado al Barça que no renovará su contrato. Y mucho menos por los 60 millones que pide el club. El grupo tecnológico japonés paga esta temporada 30 millones de euros, pero en cursos anteriores abonó 55 millones.
El Barça también prorrogó por un año el contrato de Beko a la baja. La empresa turca ha pasado de abonar 19 millones de euros a pagar 10 millones. También es incierto el futuro de Stanley, la empresa americana líder en el sector de los productos de bricolaje que patrocina al equipo femenino.
Las multinacionales y el Barça
“El gran problema del Barça es que muchas multinacionales quedaron descolocadas con el despido del anterior equipo comercial, mucho más profesional que el actual”, aseguran fuentes del sector a Culemanía. También destacan que el club también ha fracasado en el sector de las criptomonedas, donde se lideró una operación muy opaca con una empresa isarelí que duró un solo mes.
Bartomeu, en la firma del contrato con Beko / FCB
El Barça está en una situación límite, tensando mucho la cuerda. El club corre el riesgo de comenzar la próxima temporada sin grandes patrocinadores. La excepción es Nike, sponsor técnico del club desde 1998. Actualmente, la multinacional norteamericana paga 105 millones de euros por temporada aunque ni siquiera en este caso está firmado el próximo contrato oficial por 10 años.
Los tres problemas
En los últimos meses, el Barça ha perdido algunos patrocinadores. Las bajas más importantes han sido las de Nesquik y Thom Browne, en el área de Global Partners, y de Yunnan Baiyao, Danone, Nichiban y Canon en el sector de Oficial partners.
Durante la campaña electoral, Laporta aseguró que el Barça lograría 20 nuevos patrocinadores y que los ingresos por patrocinio alcanzarían los 250 millones de euros en la temporada 2023-24. De momento, los resultados son nefastos y tanto coyuntura económica global como el presente deportivo del club no invitan al optimismo. Apenas se ha sumado la colaboración de Lego y de un sponsor para el equipo de e-Sports.
“El Barça tiene tres problemas muy importantes. Las cifras que se pagan ahora son muy inferiores a las que se abonaban antes de la pandemia, el club no tiene futbolistas muy mediáticos como Messi y Griezmann, y el equipo ya no es uno de los más potentes de Europa. Hoy, el Barça es mucho menos atractivo para las grandes marcas comerciales que hace tres años”, asegura un antiguo ejecutivo de la entidad.