Ousmane Dembelé puede ir preparándose para lo peor. Si el Mosquito sigue adelante con la idea de no renovar y esperar hasta final de temporada para marcharse con la carta de libertad, la directiva de Joan Laporta le tiene preparada una sorpresa nada agradable. Y es que, igual que ya se hizo con Ilaix Moriba, el presidente azulgrana quiere dejar al francés en la grada durante los seis meses que le restan de contrato.
Xavi ha intentado convencer a Dembelé de renovar, pero si éste renuncia y no acepta salir en el mercado de invierno para permitir la llegada de otro futbolista, el entrenador podría acatar la voluntad de Laporta de dejar de contar con él en las convocatorias. Todo sea para dar ejemplo al resto de jugadores y jóvenes promesas, para hacer respetar el nombre del club y, además, no seguir promocionando a alguien que no está comprometido con el proyecto. Hace un mes y medio, no obstante, Xavi comentó que dicha medida de fuerza no sería buena para la imagen del club.
En pleno año de Mundial (se jugará en diciembre de este año 2022 en Qatar), en el cual Dembelé pretende ser importante con la selección de Francia, sería un fracaso absoluto para el atacante galo quedarse seis meses en la grada. Haría peligrar, incluso, su convocatoria con los bleus por parte de un Deschamps que siempre ha tenido dudas sobre su rendimiento.
De ahí que, una vez Laporta, Alemany y Xavi le transmitan la desagradable idea, puede que el jugador se lo piense y, pese a no aceptar la oferta de renovación, sí dé facilidades para salir del club este mismo invierno. Así el Barça podría potenciar la llegada de Morata, Adama Traoré o alguna otra alternativa, al tiempo que liberaría masa salarial y cobraría una cantidad, por simbólica que sea, a cambio del traspaso.
Postura férrea de Laporta
La postura del Barça es clara, inamovible y demostrable. Únicamente hace falta mirar atrás para recordar el tremendo castigo que sufrió Ilaix Moriba, y que no sólo le valió quedarse en la grada partido sí y partido también, sino para además ganarse el desprecio de buena parte de la afición del club. Laporta lo tuvo claro con el canterano, y lo tendrá claro también con un crack consagrado como Dembelé.
"Se le han dado oportunidades, pero por encima de todo está el club y no nos pueden hacer este tipo de pulso, y me gustaría que recapacitara. Me sabe mal que no reconozca lo que hemos hecho por él. No aceptaremos que se vaya libre. Quien quiera irse, es libre pero con unas condiciones", dijo hace unos meses Laporta cuando le preguntaron por Ilaix Moriba, que justo acababa de tomar la decisión de no renovar para fichar gratis por otro club.
El encuentro de Dembelé y Laporta, en la previa de la Supercopa de España / FCB
Todas las cartas sobre la mesa
Al final, la presión hizo que el canterano acabase aceptando marcharse rumbo al Leipzig previo pago de 16 millones fijos más 6 kilos más en variables por parte del conjunto germano. Veremos si la presión puede también con un Dembelé que, si algo ha demostrado durante estas semanas en las que su nombre ha causado revuelo en los medios, es haberse sacrificado sobre el terreno de juego.
Si se le amenaza con la posibilidad de dejar de sentirse futbolista durante seis meses, y todo ello justo antes de un Mundial, la decisión del Mosquito podría cambiar. Y la situación podría dar un giro radical de aquí al cierre del mercado de invierno. Laporta no dudará en jugar sus cartas, por muy duras que parezcan, con el objetivo de defender los intereses de la entidad.