Podría plantearse un debate interminable sobre cuáles deben ser los límites morales de las comisiones que se pagan a los representantes de los grandes futbolistas para fraguar un fichaje. ¿Cuándo una cifra deja de ser ética y aceptable? ¿Es lícito pagar este tipo de comisiones, aunque sean altas, si con ello se consigue la llegada de un jugador diferencial? Cada uno tendrá su propia opinión al respecto... Y Joan Laporta tiene la suya.
Durante los últimos tiempos, bajo el yugo de la directiva de Josep Maria Bartomeu, el Barça quiso ser muy estricto con la mayoría de las comisiones. Los representantes de los jugadores cobraban el 5% del salario del futbolista, pero eso no significaba que luego se introdujeran todo tipo de cláusulas de distinta naturaleza en los contratos de sus representados.
Joan Laporta y Mino Raiola en un fotomontaje / Culemanía
Ahora, con Laporta al mando, esto se puede acabar. El presidente culé quiere amarrar a toda costa a Erling Haaland para que sea el buque insignia del equipo durante la próxima década, y es consciente de la gran competencia que tiene en Europa por el fichaje. Sabe, también, que su buena relación con Mino Raiola puede garantizarle cierta ventaja en la operación, claro está, siempre y cuando la comisión que se lleve el díscolo agente sea cuantiosa.
Los límites morales del Barça
La pregunta es: ¿Debe un club de la grandeza del Barça gastarse 50 millones de euros entre la comisión para Raiola y la que se llevaría el padre del delantero noruego? Los más puristas dirán que no, mientras que los más prácticos opinarán que lo que hay que valorar es el montante final de la operación, independientemente de cómo quede desglosado. El periodista Oriol Domènech ha llevado el debate a Twitter, y las respuestas son dispares.
Más allá de las posturas divergentes, desde Culemanía se ha podido saber que Laporta está dispuesto a ofrecer grandes comisiones a Raiola a cambio de fichar a Haaland. Y no solo eso, sino que además le colocaría en la pole position para cerrar más fichajes de su agencia para el Barça, como podría ser el del lateral del Ajax, Mazraoui, o bien estrellas contrastadas como Matthijs de Ligt o Paul Pogba.
Haaland, en una acción contra el Ajax / EFE
La complicada situación económica del club azulgrana será un hándicap importante para que Laporta pueda utilizar con frecuencia este as en la manga, pero no se prevé que obstaculice la llegada de un Haaland que gusta a todos los culés, sin saberse aún cuál sería el precio total de la operación.
Un as en la manga rodeado de faroles
Laporta podría estar negociando un nuevo crédito para dar viabilidad económica y financiera a movimientos de este tipo, consciente de que el barcelonismo necesita más que nunca una dosis de ilusión, un golpe encima de la mesa que secunde el "hemos vuelto" de Laporta durante la presentación de Ferran Torres.
El Barça tiene ventaja, pero todavía no hay nada hecho. Será necesario seguir remando para que el delantero vikingo acabe vistiendo de azulgrana y rechace el interés de otros grandes como Chelsea, Manchester United o un Real Madrid que aún no está totalmente descartado.