Invierno movido en Can Barça. Joan Laporta ha pisado el acelerador con un fichaje exprés que le han facilitado sus amigos Pep Guardiola y Txiki Begiristain. La llegada de Ferran Torres ya es una realidad, aunque el club, muy mermado económicamente, se obliga a asumir un traspaso de grandes dimensiones: 55 millones de euros más 10 millones en variables. A partir de aquí se generan dos problemas esenciales: cómo pagar el fichaje y cómo inscribir al futbolista en una plantilla que excede los límites salariales.
El especialista para solucionar esta coyuntura también se llama Ferran, de apellido Reverter, y ya tiene en marcha el plan para afrontar la operación: unas condiciones ventajosas y más deuda. El CEO del club y el director de fútbol, Mateu Alemany, han logrado un acuerdo relativamente favorable para pagar a Ferran Torres: un traspaso alto, pero fraccionado en cuatro años. De esta forma, el Barça no se obliga a adelantar tanto dinero de golpe. El Manchester City, dirigido por otro Ferran, de apellido Soriano, ha claudicado en ese aspecto a cambio de asegurar un ingreso más elevado. Si el Barça hubiese pagado al contado seguramente lo habrían vendido por unos 40 millones. La temporalidad conlleva un sobrecoste.
Grandes fichajes a cambio de más deuda
La otra clave, por tanto, consistirá en elevar la deuda del club nuevamente, ya sea con CVC o con Goldman Sachs. En algunos círculos se habla incluso de la posibilidad de que se pida otra línea de crédito de 500 millones de euros, aproximadamente, para poder abordar ahora el fichaje de Ferran y, en verano, otras operaciones costosas como podrían ser las de Erling Haaland y Matthijs de Ligt, ambos representados por Mino Raiola. El cuarto en discordia sería José Luis Gayà, del Valencia, para el lateral izquierdo. De esta forma, Laporta garantizaría una plantilla muy joven y de primer nivel mundial a Xavi Hernández, que podría mantener a De Jong y Dembelé y empezar a jubilar a las vacas sagradas.
Mino Raiola y Joan Laporta en fotomontaje / Culemanía
Esto, a la larga, podría poner en peligro la viabilidad del club, cuya deuda asciende a 1.350 millones de euros a los que se deberían sumar estos 500 y los 1.500 millones del Espai Barça. Más de 3.000 millones que amenazarían la conversión en SA, con una inyección de Arabia Saudí, o Dubai, en el horizonte. Un plan que no desagrada en la junta directiva, donde cada vez son más los eruditos que entienden la Sociedad Anónima como única vía para seguir compitiendo con las grandes fortunas de magnates y clubes Estado.
Consumidos los 20 millones de Griezmann
Mientras la directiva sigue buscando la pócima mágica que permita resucitar a un Barça denostado, y que será vigilado con lupa por las posibles comisiones por fichajes que se deriven de esas operaciones millonarias que tanto gustan a los Raiola de turno, el CEO Reverter trabaja paralelamente en la fórmula para inscribir a los nuevos jugadores sin exceder los límites del estricto control financiero de la Liga. En el caso de Ferran Torres, serán necesarias algunas salidas y renovaciones.
Ansu Fati, Pedri y Gavi en un entrenamiento del Barça / EFE
El Barça actualmente tiene una masa salarial que ronda el 85% del presupuesto de ingresos del club, sensiblemente por encima del 70% recomendado por las instancias oficiales. La Liga ya informó al Barça en verano de cuál era su situación y en el club utilizaron la venta de Antoine Griezmann para generar un espacio de 20 millones de euros. Ese dinero se consumió rápidamente con el despido de Koeman, el fichaje de Xavi Hernández y las renovaciones al alza de Pedri y Ansu Fati. También se contemplan las renovaciones inminentes de Gavi y Araujo.
Dos renovaciones a la baja
Las operaciones paralelas que trabajan Reverter y Alemany pasan por aligerar masa salarial con otras renovaciones a la baja: Ousmane Dembelé y Sergi Roberto. Este último, en caso de querer seguir en el Barça, tendrá que asumir un sueldo por debajo de la mitad de lo que percibe ahora. La baja del Kun Agüero también genera un pequeño recobeco salarial que el club espera ampliar próximamente con la marcha de Yusuf Demir y las ansiadas salidas de Coutinho y Umtiti, donde el club estudia cesiones y, además, asumir una parte de sus millonarias fichas.
Otro que saldrá previsiblemente en enero es Luuk de Jong, cuyo salario ronda los 1,5 millones y tampoco será de gran ayuda, pero liberará su ficha, como Demir, para los jóvenes del filial: Gavi y Nico son los primeros de la lista. El único con el que de momento se aspira a hacer caja es Sergiño Dest, que no entra en los planes de Xavi y estaba en el radar del Bayern de Múnich hace un año, cuando lo fichó el Barça. Es de los pocos que tienen mercado y podrían asegurar ingresos a la entidad, además de liberar otra ficha más.
Seis bajas y cuatro altas
Si se cumplen los planes de Xavi, el Barça dará de baja seis fichas en este mercado de invierno --Agüero, Dest, Demir, Luuk, Umtiti y Coutinho-- y podrá inscribir a cuatro jugadores: Ferran Torres, Dani Alves, Gavi y Nico. Las fichas vacantes podrían ser ocupadas por otros jugadores del filial, como Abde, o ser reservadas para los que tienen que llegar en verano. Los nombres que suenan --Haaland, De Ligt, Gayà y Mazraoui-- obligan a hipotecar definitivamente al club con el objetivo de devolverlo a la primera línea mundial. El efecto dominó de Laporta ha comenzado.