Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, se mostró exultante tras el mayoritario respaldo de los socios a la financiación del Espai Barça. El máximo dirigente quiere empezar su gran obra en verano de 2022, pero todavía no tiene los permisos del Ayuntamiento de Barcelona, con el que deberá negociar también el posible traslado del equipo al Estadi Olímpic Lluís Companys.

La actual junta directiva del Barça ha explicado las líneas maestras de la reforma del Camp Nou, pero ha silenciado muchos detalles. Los tiempos de las obras todavía no se han concretado ni tan siquiera es seguro que el primer equipo abandone el Camp Nou durante las obras.

El plan B

Laporta deslizó que el Barça podría jugar un año fuera de su estadio para acortar la duración de las obras. Y Ferran Reverter, CEO del club, garantizó que el primer equipo jugará en Barcelona o en su área metropolitana. No dio más detalles de un traslado que, salvo sorpresa, se produciría en la temporada 2023-24.

El Barça jugará la próxima temporada en el Camp Nou. “Queremos minimizar riesgos en el primer año de las obras y la ocupación del estadio podría ser del 50%”, manifestó Elena Fort, vicepresidenta institucional, en RAC1. También habló del traslado a otro campo: “El Barça trabaja con muchas opciones. El Olímpic Lluís Companys es la opción principal, pero tenemos un plan B por si no llegamos a un acuerdo”.

Joan Laporta, Ada Colau y Janet Sánchez en la reunión entre el Barça y el Ayuntamiento de Barcelona / FCB



Joan Laporta, Ada Colau y Janet Sanz posan en el Ayuntamiento de Barcelona / EFE

Colau y Collboni

De momento, el Barça y el Ayuntamiento de Barcelona todavía tienen muchos asuntos por resolver. La actual junta directiva ni tan siquiera ha presentado su proyecto al gobierno municipal, liderado por Ada Colau (BeC) y Jaume Collboni (PSC). Después tocaría negociar un precio de alquiler y algunas reformas en el estadio, por exigencias de la Liga de Fútbol Profesional y de la UEFA.

El Barça busca un acuerdo satisfactorio para las dos partes. El club asume el pago de un canon, pero no está dispuesto a pagar una cifra muy elevada. En los últimos días se ha hablado de una cantidad próxima a los 20 millones de euros. “Yo he llegado a ver cifras de hasta 40 millones”, comentó David Escudé, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona. “Todas las entidades que quieren hacer un uso del Olímpic Lluís Companys deben pagar un alquiler”, añadió Escudé, del PSC.

Poca actividad

Inaugurado en 1929 por el rey Alfonso XIII, un día después de la Exposición Universal, el estadio fue totalmente renovado con vistas a los Juegos Olímpicos de 1992 después de muchos años de abandono. La gestión del estadio corresponde a BSM, empresa municipal dirigida por Marta Labata –recientemente se compró un abrigo de 1.000 euros, según informó Crónica Global-- que no pasa por su mejor momento.

El Olímpic Lluís Companys tiene muy poca actividad diaria, desde la marcha del RCD Espanyol en 2009. Sus gestores confían ahora en un pequeño pelotazo que aliviaría muchos problemas de mantenimiento. En el Barça, sin embargo, no están por la labor de pagar un alquiler muy elevado.

espanyol montjuic



Tamudo celebra un gol del Espanyol en Montjuïc / EFE

El Espanyol pagaba 600.000 euros

El Espanyol jugó 12 años en Montjuïc y en el Camp Nou recuerdan que el club blanquiazul pagaba 600.000 euros por temporada. Algunos ex directivos españolistas aseguran que si el Ayuntamiento de Barcelona hubiera sido más sensible con sus necesidades no se habrían trasladado a Cornellà-El Prat. Personas próximas a la familia Lara lamentan que el Espanyol y el Ayuntamiento no alcanzaran un acuerdo para adaptar la instalación olímpica –supresión de la pista de atletismo, por ejemplo-- a las necesidades del equipo blanquiazul.

En el Barça, Laporta quería que el primer equipo se trasladará al estadio Johan Cruyff. El máximo dirigente había encargado un informe para ver los costes de una posible ampliación de las 6.000 localidades actuales a 40.000 o 50.000. Sin embargo, la alcaldesa de Sant Joan Despí, Belén García, rechazó tal posibilidad por problemas de movilidad.

El Camp Nou

El presidente del Barça y su directiva también sopesaron la posibilidad de jugar un año en Cornellà-El Prat, opción muy remota por la eterna rivalidad con el Espanyol y el rechazo que generaría el traslado en ambas aficiones.

En los últimos días, Laporta no ha descartado que el Barça juegue siempre en el Camp Nou, con reducciones del aforo superiores al 40% durante las obras, si el Ayuntamiento de Barcelona quiere hacer negocio a cuenta del club. Éste era el plan de la anterior junta directiva, liderada por Josep Maria Bartomeu. Su Espai Barça, hace un año, costaba 825 millones. Con Laporta, el proyecto más ambicioso del club en el siglo XXI costará 1.500 millones de euros.