Joan Laporta, presidente del Barça, recibió a Jordi Pujol, expresidente de la Generalitat de Catalunya que reconoció haber defraudado a Hacienda, en el palco del Camp Nou antes del derbi del pasado sábado contra el RCD Espanyol. El gesto no parece ser gratuito y coincide con una campaña para lavar la imagen del veterano político catalán (tiene 91 años).
La figura de Pujol está muy tocada desde que el mismo político emitió un comunicado en 2014 en el que reconocía que tenía un patrimonio oculto en un banco de Andorra sin haberlo comunicado a la Agencia Tributaria. El expresidente de la Generalitat no desveló su cuantía y se limitó a decir que procedía de su padre, Florenci Pujol.
Crispación política
La confesión de Pujol coincidió en una etapa de gran crispación política en Cataluña, con un auge del movimiento independentista fomentado, en gran parte, por sectores radicales de la antigua Convergència.
El sector más independentista de Convergència pasó de idolatrar a Pujol a renegar de él y su legado político, mientras al político le fueron retirados todos los honores y prebendas que tenía como presidente de la Generalitat durante 23 años.
Proceso judicial abierto
A la espera de la resolución del proceso judicial abierto en la Audiencia Nacional --la Fiscalía le acusa de los delitos de asociación ilícita y blanqueo, y le pide una pena de nueve años de cárcel--, el entorno más próximo a Pujol ha iniciado una campaña para restituir su imagen. Recientemente, el mismo Pujol participó en un acto económico en el que estuvo acompañado por diversos exconsellers de Economía de la Generalitat para desmentir que renunciara a un concierto económico parecido al del País Vasco y Navarra.
Joan Laporta, con Carles Puigdemont y Pilar Rahola, en una imagen de archivo
En los últimos meses, Pujol ha recibido muestras de afecto de sectores afines a la antigua Convergència, que vinculan la investigación judicial a la familia Pujol con el proceso independentista. Una persona que sustenta esta teoría, por ejemplo, es Pilar Rahola, muy próxima a Laporta.
Atento con Pujol
El presidente del Barça, independentista confeso, también ha querido rendir su particular homenaje a Pujol, a quien invitó al palco presidencial el pasado sábado. Laporta se mostró muy atento y cariñoso con el expresidente de la Generalitat.
Laporta, en su primer ciclo como presidente del Barça (entre 2003 y 2010), se posicionó siempre a favor del derecho a decidir de Cataluña. En esta segunda etapa, en cambio, ha mostrado un perfil mucho menos politizado, aunque en el clásico invitó al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y sonó el himno de Cataluña antes del partido.
Bartomeu
Durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu, Laporta le pidió mayor compromiso político al entonces máximo dirigente del Barça. Ahora, el abogado barcelonés, que en los años 90 fue miembro del Partit per la Independència y en 2010 fundó Democràcia Catalana, parece estar más preocupado por la precaria situación económica y deportiva del club, aunque el sábado tuvo un gesto por un político al que siempre admiró.