Sisco Pujol ha entrado en el escenario del FC Barcelona. El empresario leridano se suma al grupo de avalistas de Joan Laporta, que junto a su directiva y las personas que contraavalaron han prorrogado el aval de 124,6 millones de euros que concedió Banc Sabadell el pasado 17 de marzo hasta el 31 de enero de 2022. Pujol es uno de los nuevos protagonistas del mencionado grupo, llegando a aportar una cantidad superior a los ocho millones de euros.
No es extraño que esto suceda. El de Lleida ha tenido un contacto cercano con la junta directiva de Laporta desde que comenzó su segundo ciclo presidencial. Es considerado por muchos como un “casi directivo” por el trato que recibe de sus compañeros, pero no está directamente ligado a la entidad porque no tiene la antigüedad necesaria como socio. Eso no ha impedido que Pujol pueda ser un punto de soporte para el actual mandatario azulgrana.
Interés en el Barça
Durante las pasadas elecciones fue uno de los hombres claves en la precandidatura de Jordi Farré. Incluso formó parte del proceso de moción de censura contra la anterior junta directiva, presidida por Josep Maria Bartomeu. De haber trascendido en la campaña electoral, el empresario habría sido asignado como vicepresidente institucional; aunque esos planes fallidos no han detenido a Pujol de seguir activo en el día a día de la institución catalana.
Jordi Farré en la presentación de la sede de 'Nou Impuls Barça' / Jordi Farré
Su interés en el FC Barcelona ha permitido que tenga una clara cercanía con Joan Laporta, que no ha tenido problemas en que el leridano forme parte de las expediciones de la directiva en los compromisos de visitante (Benfica y Kiev) en la Champions League. Ahora esa alianza ha crecido enormemente con el aporte realizado en el tema de los avales.
Conexión con el fútbol
Sicsco Pujol es una figura que ha mostrado mucha conexión con el fútbol local. Hace una década lideró, junto a un grupo de empresarios, la adquisición de la plaza del desaparecido Unió Esportiva Lleida en la división de bronce del balompié español y que posteriormente se denominó Lleida Esportiu. En un principio la compra iba a darse a través de otra persona, pero finalmente no lograron alcanzar el aval de un millón de euros.
Curiosamente, dicha historia no culminó de manera satisfactoria para el empresario leridano. Justo cuando debía presentarse para tomar posesión de la presidencia del Lleida Esportiu, decidió presentar la dimisión y, por ende, retirar su parte del aval en la compra. La razón se debe a unas discrepancias que existieron en la repartición de accionarial de esa entidad y también en las respectivas funciones, por lo que determinó que era necesario dar un paso al costado antes de interferir en el reconocimiento del club ante la RFEF.
Actualmente el Lleida Esportiu atraviesa un panorama realmente complicado, en donde se perfila la posibilidad de desaparecer antes de culminar el 2021. Los jugadores han denunciado a la entidad ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por el impago de sus nóminas. La situación ha llegado a punto peligroso, especialmente porque esos futbolistas han tomado la decisión de no presentarse a disputar los partidos como señal de protesta.