Dicen que rectificar es de sabios. Y Joan Laporta no para de hacerlo desde que recuperó la presidencia del FC Barcelona el pasado 7 de marzo. Recién cumplidos los ocho meses desde que fue investido presidente, una de las conclusiones más evidentes que se pueden extraer en este tiempo de mandato, más allá de su conocido carisma y habilidad para la oratoria, es que Laporta tiene una extraordinaria facilidad para recular y cambiar de opinión. Incluso, para tomar decisiones basadas en la acogida que las mismas van a tener en el complejo entorno blaugrana. 247 días de gobierno después, podemos destacar hasta 10 decisiones en las que Laporta se ha retractado y ha rectificado.
Los "bonos Laporta"
En campaña, su entonces vicepresidente económico Jaume Giró, actual Conseller de economía de la Generalitat, dijo que apostaba por lanzar bonos al mercado para reflotar la economía del Barça. Una vez ganó las elecciones, desapareció la idea que Víctor Font bautizó como "bonos Laporta" y acudió a pedir ayuda al mismo financista que había elegido Bartomeu para el Espai Barça, al que le pidió un crédito de 595 millones de euros para refinanciar la deuda. Aunque Laporta no se ha cansado de criticar la gestión del anterior presidente, mantuvo varias de sus apuestas en los primeros meses: Goldman Sachs, Ronald Koeman o Ramon Planes. Los dos últimos ya no están.
El aval que puso en duda a Elías y Romeu
En aquellos primeros meses de mandato, Laporta las pasó canutas para conseguir el aval que le habilitaba a ser presidente. Lo que pocos saben es que tuvo que rectificar con la formulación del aval, porque el Sabadell se la desmontó. En un momento inicial, Laporta había dicho que no a José Elías y Eduard Romeu, pero posteriormente se vio obligado a recular porque la fórmula alternativa de acudir a los fondos americanos no le encajaba al departamento de riesgos de la entidad bancaria. La realidad es que en un primer momento no quería contar con Elías y Romeu, pero finalmente le pareció la única alternativa viable, aunque le costó perder a Jaume Giró. Otro Jaume, Roures, se unió por el camino. Este mismo martes la junta directiva ha ratificado el mismo aval por valor de 124,6 millones de euros hasta enero, como avanzó Culemanía.
Laporta, presidente del Barça, junto a sus avalistas José Elías y Eduard Romeu / EFE
Adiós, Leo Messi
El presidente también rectificó con Leo Messi, al que trató de convencer de manera incansable para seguir en el club. Le insistió en campaña electoral, consiguiendo su voto. Le insistió el mismo día que ofreció su discurso de investudira. Y le insistió de forma incesante durante sus primeros meses de gobierno. Laporta había prometido a la afición que haría lo posible por convencerlo y una vez logró el objetivo, que era tenerlo convencido y comprometido a seguir, el propio Laporta fue el que dijo “no” a Leo y le obligó a buscar una salida. Así acabó el idilio del FC Barcelona con el mejor futbolista de su historia. Un hecho que muchos socios y aficionados todavía no le perdonan.
Koeman y Xavi
Laporta rectificó varias veces con Ronald Koeman. Desde el primer momento quería echar al entrenador y en mayo le dio 15 días de reflexión donde le aseguró que iba a buscar un posible sustituto. No lo encontró y ratificó a Koeman. Al poco de empezar la temporada y tras hacerle un equipo a medida con varios fichajes ya pactados como Memphis, Éric García o, a última hora, Luuk de Jong, otra vez lo debilitó en público, quedando muy tocado ante la prensa y el propio vestuario. Volvió a ratificarlo a pesar de todo, cuando ya todo el mundo lo daba por despedido, pero finalmente lo fulminó unos días después tras las decepciones contra Real Madrid y Rayo Vallecano.
Xavi, Laporta y Koeman en un fotomontaje / Culemanía
En su lugar llegó Xavi Hernández, el candidato a general manager por su principal rival en la contienda electoral, Víctor Font. Este hecho alejaba a Laporta de Xavi y se negó a contemplarlo como una opción para el banquillo. Su negativa inicial, alegando que todavía le faltaba rodaje y que no estaba preparado, costó empezar la temporada con Koeman y la renovación de Xavi con el Al-Sadd en verano. Un acuerdo que le ha terminado saliendo caro al Barça ya que, como no podía ser de otra forma, Laporta volvió a cambiar de opinión y fue a por el de Terrassa. Y cuando se pusieron de acuerdo para fichar por el club, la única opción de rescatarlo de Qatar fue pagando una cláusula de cinco millones de euros que el club se podría haber ahorrado.
Jordi Cruyff, director de scouting internacional
Laporta también rectificó con Jordi Cruyff, al que utilizó en campaña electoral para debilitar a su rival principal, Víctor Font, que también lo llevaba en el equipo. Lo anunció sin cargo oficial, como asesor deportivo, y como posible alternativa para asumir el banquillo en caso de despedir a Koeman. Jordi se negó a ser el relevo de Koeman y al presidente no le quedó más redemedio que recular. Finalmente lo nombraron director de scouting internacional varios meses después de haberlo anunciado oficialmente como empleado del club.
Dorsales de Ansu Fati y Coutinho
Otras cuestiones deportivas que han llevado a decisiones contradictorias son las referentes a la venta de Antoine Griezmann o el heredero del dorsal de Leo Messi. La posible venta de Griezmann se empezó a filtrar a principios de verano, luego se desinfló, y ante las críticas que su espeso juego generó a finales de agosto, el club finalmente decidió cederlo con una opción de compra casi obligatoria al Atlético, reforzando a un rival directo por la Liga. En esas mismas fechas también se filtró que el dorsal 10 iba a ser para Coutinho, pero luego se desmintió. Antes de eso, el 14 de Coutinho fue a parar a manos del jugador del filial Rey Manaj. Finalmente, el club deshizo todos estos movimientos: devolvió el 14 a Coutinho y adjudicó el 10 a Ansu Fati.
Los nuevos dorsales del Barça ya lucen en la Megastore / FC Barcelona
La movida asamblea de compromisarios
El presidente rectificó con la asamblea de compromisarios, que la puso un domingo por la tarde justo antes del Barça-Valencia. Con variados y extensos puntos del orden del día, obviamente no dio tiempo a terminarla y el presidente la tuvo que suspender ante la presión popular. Puso nueva fecha y nuevo lugar para celebrarla, el Club Sant Jordi, pero tuvo que recular por los costes derivados que ello iba a generar. Finalmente, Laporta volvió a rectificar y la segunda parte de la asamblea se celebró en una carpa situada en las instalaciones del Camp Nou, otra vez por la tarde. Duró seis horas más.
El Espai Barça
Laporta también se retractó sobre el referéndum del Espai Barça. Primero dijo que no hacía falta celebrar un referéndum para aprobar la financiación del nuevo complejo inmobiliario del club, en respuesta a una pregunta de Culemanía en rueda de prensa. Finalmente se vio obligado a recular y confesó que sí que se celebraría el dichoso referendo debido a la presión popular. Otro de los temas vinculados a las obras del Camp Nou donde Laporta ha cambiado varias veces de opinión es sobre la posibilidad de hacer las obras durante la temporada. El presidente ha llegado a decir que los aficionados se trasladarían a Montjuïc o al Johan Cruyff, añadiendo hasta 50.000 localidades a un estadio donde solamente caben 6.000 personas. Esta cuestión sigue en stand by, pendiente de un posible nuevo cambio de rumbo.
Rescisión de contrato con Ownix
La última y no menos polémica rectificación de Laporta viene por un tema muy escabroso: el acuerdo de colaboración con la empresa israelí Ownix para el desarrollo del negocio NFT (Non Fungible Tokens) y las criptomonedas. El Barça escogió a dedo una empresa amiga del presidente que apenas tenía experiencia en el sector y desoyó las recomendaciones del departamento tecnológico avanzadas por Culemanía, que apostaban por una empresa líder como Dapper Labs, también asociada a la NBA y la Liga española. La relación de Laporta con el empresario Moshe Hogeg, que había sido socio de Laporta a través de la compañía Sirin Labs, abrió las puertas del Barça a Ownix. Los últimos escándalos que salpican a Hogeg, acusado de fraude en el sector de las criptomonedas y de delito sexual con una modelo, han llevado al Barça a rescindir una relación contractual que, en aplicación del código ético del Barça, jamés debió haberse formalizado.
Moshe Hogeg posa con Leo Messi en una campaña para Sirin Labs, una empresa de la que fue consejero Laporta antes de volver al Barça / SIRIN LABS