Jaume Roures volverá a participar en el aval de la junta directiva de Joan Laporta para presidir el FC Barcelona. Según ha podido saber Culemanía, lo hará a pesar de que ha dado a entender en diversas ocasiones que su intención era retirar el aval al presidente en noviembre. El dueño de Mediapro mantendrá los 30 millones de aval que prestó en marzo hasta el próximo 17 de enero de 2022, fecha en que finaliza la prórroga que ha concedido la Liga. Después, posiblemente ya no haga falta porque bajará la cantidad a avalar.
Aunque Roures se ha manifestado contrario a alguna decisión de Laporta públicamente y desde hace meses se rumorea que la relación entre ambos no es la mejor, lo cierto es que el empresario está decidido a mantener al nuevo presidente en el cargo. La situación de emergencia que le sirvió para justificar su papel como avalista en marzo, bajo el argumento de que el Barça no podía estar más tiempo sin presidente y que lo hacía de manera altruista, sin esperar nada a cambio, se mantiene ocho meses después.
Misma estructura del aval
La junta directiva del Barça cuenta con el aval de Roures para seguir al frente del club. Y el empresario ya les ha transmitido la certeza de que así será. Del mismo modo, mantendrán su aval José Elías y el vicepresidente económico, Eduard Romeu, que aportaron más de 20 millones entre los dos. El resto del aval lo pusieron principalmente los directivos Antonio Escudero, Juli Guiu, Jordi Llauradó y los últimos 10 millones los avaló solidariamente toda la junta.
Eduard Romeu, junto a José Elías / REDES
Tras conocerse la decisión del CSD de modificar la Ley del Deporte para incluir una horquilla que permita a los clubes decidir el porcentaje de aval a presentar oscilando de un 2% a un 15%, la Liga se ha mostrado flexible con Laporta. El organismo que preside Tebas ha otorgado una prórroga hasta el 17 de enero mientras se lleva a cabo una segunda auditoría externa a las cuentas del club. La Liga está fiscalizando las cuentas del Barça, pero lo cierto es que este tiempo juega a favor de Laporta, que se ahorrará tener que confeccionar un nuevo aval.
Soler salva el cuello al que le despidió
Paralelamente a esta auditoría, el CSD de Albert Soler, despedido del Barça por Laporta el pasado abril, está tendiendo la mano al que cortó su relación laboral con el club. En estos tres meses que durará la auditoría se prevé que habrá tiempo de sobras para poder aprobar el Real Decreto que anticipe la nueva normativa sobre los avales. Un cambio legislativo que apoyan los cuatro clubes que no son SAD –Barça, Madrid, Osasuna y Athletic–, pero que únicamente urge de verdad a la entidad catalana. Es decir, si no fuese por la necesidad y petición expresa que ha hecho efectiva el Barça, no se priorizaría este asunto como se está haciendo.
Albert Soler, en su etapa como presidente del CSD / EFE
Este trato de favor que recibe el Barça del Gobierno para librarse en enero de avalar el 15% del presupuesto obliga a mantener la misma cuantía de marzo en noviembre. Por este motivo, lo normal es que se mantenga la misma estructura sobre 124,6 millones de euros, ya que los avalistas así lo aceptan.
El Sabadell tiene la última palabra
Al haber dado la Liga el visto bueno a la espera del resultado de la auditoría, lo único que podría torpedear este aval es una negativa del Banco Sabadell, que fue la entidad bancaria que lo prestó ante la Liga. Aunque la junta de Laporta ya había empezado a negociar con La Caixa de forma paralela, lo normal es que se mantenga solamente el Sabadell al frente de la operación en estos momentos. La financiera tiene la última palabra.
Javier Tebas y Jaume Roures en una imagen de archivo / EFE
Laporta, supuestamente enemistado con Roures, Tebas y Soler ha conseguido que todos ellos le ayuden a superar un nuevo obstáculo que se podría haber complicado mucho. Si el CSD obligase a la Liga a aplicar la norma de manera restrictiva, con la ley en la mano, a la junta del Barça le tocaría poner el 15% del presupuesto de gastos, que son 117,6 millones más los 481 millones de pérdidas generadas en el último mandato. En total, casi 600 millones de euros que Laporta y los suyos se librarán de avalar.