Joan Laporta pudo fichar a Xavi Hernández, sin coste alguno, la pasada primavera, cuando le comunicó a Ronald Koeman que rescindiría su contrato si encontraba un sustituto de garantías. El presidente del FC Barcelona, molesto entonces con el excapitán barcelonista por formar parte de la candidatura de Víctor Font, esquivó al técnico de Terrassa, que esperaba una llamada que nunca recibió. Ahora, casi seis meses después, entre el Barça y Xavi abonarán cinco millones de euros al Al-Sadd para cerrar un trasvase anunciado en el Camp Nou.

El fichaje de Xavi tendrá un coste que el Barça pudo ahorrarse en dos ocasiones. El pasado mayo y esta semana, cuando el propietario del Al-Sadd, Mohammed bin Hamad, había pedido que Laporta se desplazara a Doha para sellar un acuerdo amistoso. Supuestamente, el club catarí estaba dispuesto a perdonar los cinco millones de euros a cambio de una foto con el presidente del Barça y el compromiso de promocionar el Mundial de 2020 en Qatar.

Desprecio a Xavi

El desprecio inicial de Laporta a Xavi y su negativa a viajar a Qatar tendrán un impacto en las cuentas del club. Deportivamente, el Barça también pagará un alto precio a tanta improvisación. Desde que terminó la pasada temporada, la plantilla azulgrana se distanció de Koeman, consciente de que el técnico neerlandés no tenía buena sintonía con el presidente.

El Barça, lastrado por su precaria situación económica, solo pudo fichar a jugadores que acababan contrato y a Emerson –su contratación ya estaba cerrada--, que en agosto fue traspasado al Tottenham. No obstante, Memphis solo firmó un contrato por dos temporadas con el club azulgrana cuando Laporta ratificó a Koeman como entrenador. Y Luuk de Jong, un delantero centro de perfil muy bajo, fue otra apuesta personal del técnico neerlandés.

Alejandro Echevarría

Laporta estuvo varios meses sin hablar con Xavi. Oficialmente dudaba de que tuviera el carácter suficiente para asumir el mando del Barça, aunque no cuestionaba su adn azulgrana ni su apuesta por un fútbol atractiva. Pero el presidente no levantó su castigó al técnico del Al-Sadd hasta que Alejandro Echevarría, el cuñadísimo, medió entre las dos partes.

Xavi Hernández se despide del Al-Sadd en una comida de despedida / AL-SADD



Xavi se despidió con una comida del Al-Sadd

Consciente de que Koeman estaba contra las cuerdas, Laporta reculó y se acercó de nuevo a Xavi, con quien había mantenido una relación muy estrecha en su primera etapa como presidente del Barça –entre 2003 y 2010--. Presuntamente, el máximo dirigente también recibió presiones de sus avaladores para que se olvidara de Andrea Pirlo, su apuesta para relevar al héroe de Wembley.

Fijo y variables

Laporta y Xavi pactaron las condiciones de su fichaje. El técnico de Terrassa tendrá un salario fijo inferior al que percibía en el Al-Saddd, pero el contrato –hasta junio de 2024-- también contempla el pago de unas variables en función de los resultados.

El único obstáculo que quedaba era la rescisión del contrato con el Al-Sadd. Hace medio año podía irse gratis, pero aceptó una cláusula de rescisión de cinco millones al renovar su vinculación con el club catarí.

El Mundial de Qatar

Laporta delegó en Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Mateu Alemany, director de fútbol, las negociaciones con el Al-Sadd, que se cerró en banda por la ausencia de Laporta. El club catarí, sorprendentemente, anunció que había rescindido el contrato de Xavi tras el pago de cinco millones de euros, detalle que negó rotundamente el Barça.

El anuncio del Al-Sadd molestó a Laporta, sobre todo porque incluía el compromiso de Xavi de apoyar el Mundial de Qatar en 2022. Un gesto que desagrada a Laporta al tener que abonar cinco millones de euros que pudo ahorrarse en dos ocasiones. Jugó fuerte y perdió la batalla. Xavi, eso sí, ya tiene vía libre para dirigir al Barça, un equipo en construcción que está muy tocado: noveno en la Liga y segundo en la fase de grupos de la Champions.