Joan Laporta siempre ha sabido compaginar la presidencia del FC Barcelona con sus intereses personales. Lo hizo en su anterior etapa como presidente y vuelve a hacerlo en el momento actual. Desde que ganó las elecciones ha cambiado muchos altos cargos y tomado decisiones polémicas como la no inscripción de Leo Messi o el despido de Koeman. Tras inflar las pérdidas del club, ha puesto el foco en la mejora de la situación económica al tiempo que solicita disparar la deuda a los 3.000 millones de euros. Por el momento no se han generado nuevos ingresos salvo los de un recién fichado sponsor, Lego, y los que han supuesto el pobre regreso del público al Camp Nou. Las pocas acciones que se han dirigido a mejorar la facturación tienen a Israel y Arabia Saudí como principales destinos recaudatorios.
Primeros pasos en Israel
En primer lugar, la entidad catalana se adentró en territorio israelita mediante un acuerdo para jugar un partido amistoso entre los Barça Legends y los veteranos del Real Madrid en julio. Los azulgranas perdieron pero sembraron una semilla para seguir haciendo negocio en el país. En esas mismas fechas, el club aprovechó para explorar otra vía de crecimiento y estrenó en Tel Aviv las nuevas exposiciones itinerantes que quieren hacer por diferentes países bajo el sello Barça, The Exhibition. Se trata de un museo virtual que repasa la historia del club mediante experiencias interactivas basadas en la tecnología inmersiva. Una iniciativa liderada por Alex Barbany.
Imagen del 'Barça, The Exhibition' / FC Barcelona
Posteriormente, en agosto, el Barça volvió a intentar sacar tajada con un partido amistoso contra el Villareal en Tel Aviv que finalmente no salió. Paralelamente a aquel partido firmado en exclusividad con Comtec Group, compañía especializada en la celebración de eventos y conferencias como las que hacía Laporta cuando no era presidente del Barça, se había negociado otro amistoso con el Beitar de Jerusalén, club propiedad del empresario israelí Moshe Hogeg. Al final, ni una cosa ni la otra. La rivalidad entre las dos empresas del país lo evitó, según publicó el diario Ara. El mismo medio también apunta intereses políticos, puesto que las presiones del pueblo palestino fueron mayúsculas para evitar el partido. El club claudicó, pero no se dio por vencido.
El verdadero negocio: NFT
Unos meses después, llega un nuevo acuerdo con empresas de Israel a los pocos días de esta publicación de Culemanía. La cuarta acción, tras los amistosos y el museo virtual. En este caso, Moshe Hogeg vuelve a estar metido de por medio a través de un negocio digital gestionado desde Ownix y basado en los NFT (Non Fungible Tokens). Consiste en la colección de momentos memorables de la historia del Barça de forma virtual, y que se pueden comprar mediante una criptomoneda llamada Onx. Este mismo jueves, el club hizo oficial el acuerdo de colaboración y el CEO de Ownix, el también israelí Guy Elhanani, mostró su satisfacción: "Los coleccionistas que son fans del Barça tienen una oportunidad para poder ser los ‘propietarios’ de una parte de la historia del club".
Moshe Hogeg, fundador de Sirin Labs y del Beitar de Jersualen / WEB
Sirin Labs, el enlace
Curiosamente, Elhanani, del que poco o nada se sabía hasta ahora, es también el director financiero de una compañía expecializada en Blockchain que se llama Sirin Labs. Esta sociedad también es propiedad de Moshe Hogeg y es la misma de la que, según publicó Vozpópuli en 2018, Joan Laporta fue consejero. La citada empresa, con sede en Suiza, se metió en el negocio de las criptomonedas en 2014 y llegó a patrocinar a Leo Messi en una de sus campañas publicitarias.
Laporta se aventuró al mundo del Blockchain en 2016 a través de JBM Investment, una compañía que también era propiedad de un israelí llamado Moshe, Morris Moshe Benisty. La empresa cerró en 2017 y, un año más tarde, Laporta se enroló en la citada Sirin Labs como asesor para ayudar al lanzamiento del primer teléfono con Blockchain del mundo. El que después promocionó Messi.
Conferencias de pago
Además de los variopintos vínculos de Laporta con el negocio de las criptomonedas al que ahora se adhiere el propio Barça en Israel, el presidente también ha tenido vínculos con la antes citada Comtec Group. Aparamentemente desvinculada de Comtec Quality, del catalán Pablo Negre Nogueras, a pesar de sus semblanzas en diseño y propuesta, esta empresa israelí tiene entre sus funciones la organización de conferencias. Un tipo de actos que, precisamente, también explotó a menudo Laporta mientras no era presidente del Barça, protagonizando diferentes discusos en Lationamérica de la mano de MT Consulting. También aparece vinculado a otras agencias de conferencistas como Aurum Speakers Bureau y Smart Speakers. Se estima que asistir a estos eventos puede costar entre 300 y 850 euros por persona.