En pie de guerra. Así se han mostrado muchos de los peñistas del FC Barcelona que han acudido a la asamblea de socios compromisarios este sábado de previa del Barça-Madrid. Con la condición de socios compromisarios vitalicios, la mayoría de los presidentes de las 30 federaciones de peñas asistieron al acto y decidieron intervenir en el turno de palabras previo a la votación de la reforma estatutaria.
Especialmente beligerante se mostró el presidente de la federación de peñas de Castilla y León, Nicolás Pérez, que parecía estar dando un mítin electoral y se quejó airadamente de que Laporta le acusara de ejercer un "contrapoder" en el Barça. Tras recordar su barcelonismo y algunas de las buenas acciones que ha llevado a cabo en tierra castellana, como la recogida de alimentos y una donación de 15.000 euros a un convento de Cataluña, se mostró disconforme con la retirada de la Confederación Mundial de Peñas y pidió una rectificación al presidente del Barça. Además, exigió diálogo: "Tenemos que sentarnos en una mesa, mirarnos a la cara y hablar claro".
Las peñas exigen diálogo
El presidente de las federación de peñas de Alicante, Francisco Bailén, se pronunció en la misma línea: "Llevamos desde 1919 haciendo barcelonismo con las peñas. Yo, en concreto, llevo 41 años uniendo el barcelonismo de Alicante, situada en el sur de los países catalanes. No dejaréis que este camino de más de 10 años caiga en saco roto”. “No sabéis lo difícil que resulta hacer barcelonismo fuera de Barcelona”, recalcó tras una larga intervención.
Toni Guil, expresidente de la Confederación Mundial de Peñas (CMP), también se posicionó en contra de la retirada de los artículos 16 y 23 de los estatutos. Y durante su intervención hizo hincapié en la importancia de garantizar "el trato directo peña a peña", algo de lo que, aseguró, se ocupaban desde la Confederación.
Laporta se calienta
Laporta fue igual o más contundente en su respuesta a los socios: "No necesitamos intermediarios para interlocutar con las peñas. Las preferencias las tienen que tener los socios, y no los peñistas". "Me duele que me digan que rompí un convenio… ya cuando lo firmé avisé que si encontraba cosas en ese convenio que no convenían al club, no lo mantendríamos", justificó el presidente, reconociendo que había firmado en elecciones un convenio con el que no estaba de acuerdo o cuyo contenido desconocía.
Pese a esta preocupante confesión del presidente del Barça, Laporta siguió con su discurso, caliente y exaltado por momentos, también digno de mítin electoral: "Que haya 30 miembros designados de la confederación de peñas que sean compromisarios vitalicios es un agravio comparativo con respecto al resto de socias y socios y que encima estos compromisarios vitalicios estén remunerados, me parece que es incongruente con respecto a lo que pensamos los que dirigimos el club".
10 millones desde 2015
Laporta argumentó sus motivos en base al tema económico: "No digo que tenga mala fe la Confederació Mundial de Peñas, pero no tenemos conocimiento de a qué se ha destinado ese dinero, queremos tener un control sobre ese dinero". Elena Fort, previamente, comentó que el Barça había destinado más de 10 millones de euros a la Confederación Mundial de Peñas, con cargos retribuidos, desde 2015.
"No tenemos nada en contra de las federaciones ni impediremos que siga la Confederación Mundial de Peñas, pero no pagaremos esas cantidades a las peñas porque insisto, me parece un agravio comparativo con los socios", zanjó.
Debate acalorado
Tras la intervención de Laporta, otros socios peñistas insistieron en sus quejas y pidieron reposo a la decisión del presidente. Muchos reclamaban diálogo para buscar soluciones en lugar de tomar una medida tan contundente. Pero el presidente mantenía su negativa a negociar y hasta se saltó el protocolo. En lugar de esperar a que terminasen las intervenciones, se puso a responder a los socios al momento, después de cada intervención individual.
Laporta reconoció que no tiene una estructura pensada para relevar a la CMP pero aseguró que su voluntad es que a partir de ahora se gestione desde el departamento de peñas del club, que funciona desde 1919. Y la situación de diálogo se acaloró tanto que Laporta acabó incluso teniendo un debate en vivo con uno de los socios del Barça que defendía a las peñas, hasta el punto que el socio interpeló tres veces al presidente hasta que le obligaron a zanjar el debate. Laporta se hartó, dijo que ya se habían dado suficientes argumentos a favor y en contra del tema y pidió que se hablase de otra cosa de forma vehemente: "Vamos a votar ya".
Laporta explota
"Te comprometiste a reunirte con nosotros y no has cumplido tu palabra. Nos has declarado la guerra. Sufrimos por el Barça en nuestro territorio", se quejó el presidente de la feeración de peñas de Canarias. "Queremos tener derecho a decidir porque es democrático, queremos diálogo", se quejó, comparando esta situación a la realidad política de Cataluña.
"No queremos cumplir un convenio que nos habéis obligado a firmar para los 10 próximos años", recontestó un Laporta cada vez más exaltado. Saltándose la respuesta a algunos de los socios que quedaban pendientes, se puso firme: "¡Pasamos a la votación!".