Dejar huella en el mundo del fútbol es lo soñado por cualquier jugador. Sin embargo, no siempre es así. Hay muchos aspectos que pueden llegar a influir negativamente a ello. Un ejemplo claro sería el económico. Escoger el dinero en lugar de apostar por el proyecto económico puede ser contraproducente para el triunfo.
Panorámica virtual del Camp Nou reformado que presentó la directiva de Bartomeu / AJUNTAMENT DE BARCELONA
Son muchos los jugadores que han dejado de tener éxito tras no fichar por clubes grandes como el FC Barcelona. El conjunto catalán ha sido un auténtico trampolín de cara a proyectar a muchos futbolistas al estrellato. Es por ello que hay nombres concretos como Georginio Wijnaldum o Ilaix Moriba que explicarían una mala decisión en forma de fiasco deportivo.
El dinero>proyecto deportivo
El centrocampista neerlandés Wijnaldum es el último ejemplo de que se ha equivocado marchándose al París Saint Germain en lugar de recalar en el Camp Nou. Ya estaría empezando a pagar las consecuencias de haber dicho ‘no’ a uno de los mejores clubes del mundo como es el azulgrana.
Wijnaldum, nuevo jugador del PSG / REDES
No tiene minutos en la liga francesa siendo el origen de su malestar. Estar en un equipo como el PSG es difícil ya que cuenta con un plantel top. Wijnaldum ha dicho que "no puedo decir que esté completamente feliz (en el PSG). Porque la situación no es la que querría. Así es el fútbol y tendré que aprender a lidiar con ello. Soy un luchador. Tengo que ser positivo y trabajar duro para darle la vuelta a la situación".
Moriba, de mal en peor
Ilaix Moriba fue uno de los grandes culebrones del FC Barcelona al negarse a renovar si no se le recompensaba con unas indecentes cantidades de dinero. Todo ello sin ser un futbolista consolidado al haber jugado cuatro ratos bajo las órdenes de Ronald Koeman, su descubridor.
Ilaix Moriba presentado como nuevo jugador del RB Leipzig / RB Leipzig
El canterano y actual jugador del Leipzig chantajeó al Barça mediante su familia y agentes para sacar un sueldazo millonario. Mientras que los culés atraviesan la peor crisis económica de su historia. Los agentes estiraron el chicle hasta que se rompió. Llegaron a rechazar a un club grande como el Tottenham para irse al Leipzig alemán, donde le ofrecieron el oro y el moro. Ahora se encuentra marginado en la Bundesliga donde no juega.
Messi y Griezmann: felicidad incompleta
El argentino se vio obligado a marcharse del Barça por no poder cobrar lo pactado tras negociar y negociar con Joan Laporta. El presidente juró renovarle aunque lo incumplió. El PSG es su nuevo club en el que no se le ve como en el azulgrana. Tiene minutos aunque su felicidad no es la de antaño. Le va mejor con argentina, su selección, antes que con su propio club. Fue un cambio de aire forzado en el que ha salido perdiendo deportivamente aunque beneficiado en lo económico. Al-Khelaifi le ha untado de millones para sacarle una sonrisa.
Messi y Griezmann celebran sus goles al Valencia / EFE
Antoine Griezmann fue la campanada final en el último mercado de fichajes. Se fue al Atlético de Madrid para formar parte de su segunda etapa. Al Barça le vino muy bien rebajar la brecha salarial que sufría (eran las exigencias de Javier Tebas, presidente de la Liga). El recién ganador de la Nations League ha cambiado de aires y no le está sentando muy bien. Con el Cholo Simeone no le va como en su primer paso por el Wanda. Ahora no dispone de minutos y es silbado por el público. Una mala decisión.
Neymar y De Ligt, dinero y dinero
El brasileño protagonizó el fichaje más caro de la historia del fútbol. Se fue al París Saint Germain, que pagó 222 millones de euros al Barça. Neymar se marcó para ser el líder de un equipo y triunfar y ha hecho todo lo contrario. Ha anunciado su adiós de la selección para después del Mundial de Qatar y no ha ganado la Champions después de irse del Barça. Es millonario aunque en lo deportivo ha perdido mucho potencial. Su descarado peseterismo le ha delatado siempre.
Messi y Griezmann celebran sus goles al Valencia / EFE
De Ligt fue uno de los fichajes frustrados del Barça (el mismo año que llegó De Jong). El defensa neerlandés se decantó por la Juventus de Turín en lugar de vestir de azulgrana. Su agente Mino Raiola le empujó a la Serie A, donde le pagaban más y él se llevó una comisión mayor. Ahora se encuentra arrepentido y sin triunfar. Regatear al Barça sale caro. Triunfar y ganar menos dinero puede ser más placentero a largo plazo.