Los primeros meses de Joan Laporta al frente del FC Barcelona se están caracterizando por la improvisación total. Ganó unas elecciones sin presentar un programa deportivo bien definido y a los seis meses de hacerse con la presidencia Ronald Koeman está prácticamente sentenciado. Salvo sorpresa en mayúsculas, no terminará la temporada.
El actual máximo mandatario fue el último de los precandidatos en anunciar la candidatura a las elecciones. Lo hizo en un acto por todo lo alto y bajo gran expectación mediática en el recinto modernista de Sant Pau. Era el rival a batir y no dio opción: superó de largo las firmas necesarias, 10.257 apoyos, y arrasó en las urnas (54,28%).
Joan Laporta en el acto de presentación de su candidatura / EFE
Durante toda la campaña electoral no dio ningún nombre como futuro entrenador. Koeman tiene contrato hasta 2022 y su idea principal era apoyarlo, aunque no le convenciera: “Si no he dicho ningún nombre es por respeto a los profesionales que hay en el club y para no desestabilizar”.
Cuando terminó la temporada, en el mes de mayo, Laporta le pidió al entrenador dos semanas de tiempo para valorar su rendimiento y buscar posibles soluciones. No encontraron a ningún perfil que convenciera más que el neerlandés y fue ratificado en su cargo. Una acción que desestabiliza más que reafirma.
Seis meses y más inestabilidad
Pese a no contar demasiado con el técnico neerlandés, la directiva accedió a alguna de sus peticiones pese a las dificultades económicas de la entidad. Se cerró el fichaje de Memphis Depay, también a última hora el de Luuk de Jong y se intentó hasta último momento la llegada Georginio Wijnaldum. Las tres, peticiones del entrenador.
Laporta y Koeman, una relación con muchos altibajos / FCB
A su vez, se filtró que la continuidad de Koeman y una posible renovación estaba condicionada a una serie de requisitos que debía cumplir como practicar un fútbol ofensivo, un sistema concreto (4-3-3) y hacer jugar a jugadores del estilo Barça, como Riqui Puig. Los primeros partidos de esta temporada defieren un poco de estos condicionantes. En apenas un mes --con malas sensaciones y pobres resultados-- ya vuelve a estar cuestionado, casi sentenciado.
No solo no se ha conseguido una cierta estabilidad, sino que las últimas declaraciones entre entrenador y presidente han tensado el ambiente. Se ha cuestionado la confianza de uno y otro y el último episodio fue el de este jueves con el técnico desmotivado leyendo un comunicado en sala de prensa en el que pedía el apoyo de todos.
Sin entrenador
Seis meses después de la llegada a la presidencia de Joan Laporta y de todos estos episodios, el área deportiva sigue sin tener un relevo claro a Ronald Koeman. Han sonado varios nombres, algunos muy extravagantes, incluso barajando la posibilidad --ya descartada-- de ver puntualmente a Jordi Cruyff.
Laporta eclipsa la renovación de Koeman con el fichaje de Jordi Cruyff / FCB
Los favoritos parecen ser Robert Martínez, actual seleccionador de Bélgica, y Xavi Hernández, del Al-Sadd. No hay una apuesta clara, tampoco un estilo definido y pronto se cumplirá un año de que el presidente decidió volver a coger las riendas de la entidad. Pasa el tiempo, el técnico está cada vez más en la cuerda floja y no hay un sustituto a quien la directiva apoye unánimemente.