El mundo del fútbol pasa por los jugadores y los clubes, pero también por los agentes. La élite está básicamente en manos de tres representantes: Mino Raiola, Jorge Mendes y Jonathan Barnett. Ellos dominan el negocio y quieren evitar la entrada de otras jóvenes --pero potentes económicamente-- agencias de representación.
El negocio para ellos está en las comisiones en traspasos, primas o renovaciones salariales, que ahora la FIFA quiere regular y cuya normativa entra en vigor este mismo mes de setiembre. Pedirá una licencia como agente FIFA y limitará el porcentaje de las comisiones: 10% de la transferencia y un 3% sobre el salario del jugador.
El objetivo del máximo organismo de fútbol es intentar poner al mismo nivel las agencias de representación y que no sean los más veteranos --y aquellos que cuentan con más futbolistas en cartera-- quienes siempre salgan más beneficiados de las operaciones. “La FIFA quiere mantener su poder”, se quejó Mino Raiola en su día.
La estrategia de los nuevos (y la queja)
Una de las quejas más recurrentes de estos agentes ya consolidados en el negocio de los traspasos es la estrategia que están poniendo en práctica las agencias que quieren hacerse un nombre. Gracias a potencias económicas que se esconden detrás intentan convencer a jóvenes futbolistas --y a sus familias-- para incorporarse. Estos serán, en pocos años, los nombres del momento.
Mino Raiola ante los medios de comunicación / EFE
Las últimas informaciones apuntan que algunos de estos representantes ya habrían puesto en conocimiento a la FIFA para que estudie el caso de los cambios de representantes de los más jóvenes, apenas mayores de edad la mayoría. Las compañías emergentes están decididas a pagar precios que ni los más veteranos del negocio están dispuestos.
Jonathan Barnett, agente de Gareth Bale y de Saúl Ñíguez, hace unos meses comentó que “los representantes protegen a los jugadores” y que la FIFA los debería escuchar: “Entendemos que deben haber reglas, pero estamos preparados para sentarnos con la FIFA y ayudarles a escribir reglas. Nunca quisieron hacerlo”. Uno de los afectados de esta práctica.
El ejemplo Ilaix
En junio de 2021, a los pocos meses de ser mayor de edad, Ilaix Moriba cambiaba de representantes. Dejaba Stellar Group, de Barnett, y fichaba por la alemana Rogon. Desde Inglaterra se desvelaron los motivos reales de este cambio. El padre del futbolista, Mammady, pedía tres millones de euros para renovar y un porcentaje del 60% de la siguiente operación.
Ilaix Moriba presentado como nuevo jugador del RB Leipzig / RB Leipzig
Los ingleses rechazaron prolongarle la vinculación viendo las pretensiones de la familia del centrocampista. Finalmente fichó por la nueva agencia, mientras los detalles de la operación no han trascendido. Dos meses y medio después, el jugador salía traspasado al RB Leipzig tras la negativa del FC Barcelona a renovarlo al alza.