El Barça Corporate nació en octubre de 2020 con el objetivo que el club obtuviera unos ingresos de terceros. Para ello, el plan era agrupar cuatro proyectos de la entidad --Barça Studios, Barça Licensing & Merchandising, Barça Innovation Hub y las Barça Academies-- bajo un mismo paraguas y comercializar el 49%.
Lo que tenía previsto la junta directiva de Josep Maria Bartomeu era cerrar un acuerdo con una empresa por estos derechos de explotación que expiraría al cabo de cinco años. Pese a llegar a tener hasta siete empresas de renombre mundial interesadas, no se firmó nada. La junta dimitió tras la moción de censura y se convocaron elecciones.
La comisión gestora de Carles Tusquets siguió trabajando en la venta de ese 49% del Barça Corporate y llegaron propuestas de unos 100 millones de euros que ninguno de los candidatos --Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa-- terminaron de ver con buenos ojos. Todos ellos tenían visiones distintas.
Laporta aboga por comercializar por separado
Joan Laporta siempre ha descartado comercializar las cuatro áreas de negocio de manera conjunta. “Era tapar agujeros a corto plazo. Es muy difícil encontrar a un inversor que desarrolle todos estos negocios de forma conjunta porque son negocios que tienen muy pocas sinergias entre ellos y, desde luego, lo de que los ingresos fueses a ser de 220 millones de euros es mentira”, comentó en rueda de prensa el presidente.
Joan Laporta en la presentación de Emerson Royal / FC Barcelona
Y añadió, justificando ese rechazo a las ofertas recibidas, que “por un lado, no otorgaba ningún valor a Barça Academies ni al Barça Innovation Hub; porque hacía una oferta muy baja sobre Barça Studios, y porque también hizo una oferta que no alcanzaba las expectativas por BLM”.
El máximo mandatario también desveló, cargando contra la junta saliente, que “cuando nos ponemos a trabajar a fondo con estas unidades de negocio nos encontramos que el Barça Studios no estaba preparado ni jurídica ni organizativamente para ser vendido, incluso no se podía hacer: hay un patrocinador del club, Rakuten, que tiene una black list, que limitaba esta potencial venta”.
Visión contraria de la junta saliente
Miembros de la junta directiva de la junta de Josep Maria Bartomeu han apuntado a Culemanía que desde un punto de vista de estrategia comercial el Barça Corporate se debe ver un conjunto, no como cuatro ramas de negocio separadas. Consideran que un único socio comercial es lo ideal.
Bartomeu, en una foto de archivo / EFE
Añaden que en cuantas menos manos estén estos proyectos, más fácil será sacarle un rendimiento a medio y largo plazo. El ejemplo a seguir es la Fundació Barça, entendida como un negocio adyacente y no como propio de la entidad. “El Barça tiene una estructura que se lo come todo”, aseguran.
También hay divergencias sobre qué modelo generaría más ingresos. Consideran que negociar el Barça Corporate de manera separada beneficiaría el club a corto plazo, pero no a medio y largo plazo. Se conseguirían más socios, más actores y más dinero; pero sería mucha más compleja la gestión del negocio.