El caótico cierre del mercado de fichajes del FC Barcelona ha dejado muchos temas por debatir. Lo principal y lo más llamativo es el cambio repentino sobre la situación de Antoine Griezmann. La salida de Messi daba a pie que el delantero francés tuviera protagonismo en la actual temporada; sin embargo, la directiva de Joan Laporta decidió desprenderse del jugador y, con ello, empeorar el nivel de la plantilla.
Laporta se lleva las manos a la cabeza en el Camp Nou / EFE
El panorama es aún más complicado para el Barça, especialmente porque vuelve a beneficiar a un rival directo de la Liga. Así como el año pasado cuando decidieron traspasar a Luis Suárez al Atlético de Madrid, ahora vuelven a repetir la misma fórmula (en este caso cesión) para que los colchoneros tengan el frente de ataque más peligroso de todo el campeonato español.
Menos profundidad
Si bien es cierto que se ha trabajado en la incorporación de Luuk de Jong como reemplazo de Griezmann, la realidad es que no representa ni por asomo el perfil del atacante de Francia. Además, también es importante destacar que el neerlandés es un descarte del Sevilla FC, que ha incorporado a Rafa Mir como una pieza importante para su parcela ofensiva. Así ha sido la última jornada del mercado de fichajes de la institución azulgrana: tomar a jugadores que no cuentan en los planes de clubes, teóricamente, inferiores.
Griezmann con Joan Laporta en la foto oficial / FC Barcelona
Por otra parte, tampoco hay que olvidar las salidas de Emerson Royal e Ilaix Moriba. Los dos jugadores han salido por una buena suma económica, pero dejan más expuesta a la plantilla en esas posiciones. Todo indica que Ronald Koeman deberá apostar por jugadores de la cantera para determinados contextos, pero no dejan de ser decisiones que bajan la calidad del banquillo culé.
A esto tampoco hay que olvidar, evidentemente, la marcha de Lionel Messi. Sin el argentino y sin el francés, el FC Barcelona pierde a los futbolistas que fueron su principal fuente de goles (58 goles entre los dos) del curso anterior. Dos casos que no pudo solucionar Laporta y que dejan al primer equipo con un vacío importante. Esa responsabilidad ahora la tiene que asumir un Memphis Depay que se queda sin aliados importantes.
Messi y Griezmann celebrando el gol contra el Granada / FC Barcelona
El otro lado de la moneda
Lo único positivo que se puede percibir de este mercado de fichajes veraniego del Barça es que consiguieron airear enormemente las finanzas del club. Sin embargo, varios de esos movimientos responden a una clara improvisación, la cual ha dejado al equipo de Koeman en una clara desventaja para competir por los objetivos importantes. Ya no hablamos únicamente de la Champions League, sino que pierde terreno contra el vigente campeón, el Atleti.
Dichas decisiones podrían apuntar a que en el 2022 puedan movilizarse por futbolistas de una talla superior, como es el caso de Erling Haaland. Pero para ello falta todavía mucho por recorrer y en ese camino habrá que ver las formas en que el cuadro catalán pueda adaptarse a estas nuevas circunstancias deportivas.