La Liga Impulso ya es una realidad. Este jueves, en Asamblea de clubes de Primera y Segunda División se debía votar el acuerdo que presentó Javier Tebas hace una semana con el fondo de inversión CVC Capital Partners. Inyectarán a la patronal 2.700 millones de euros a cambio de un 11% de los negocios comerciales de la competición durante 40 años y un 10,95% de los audiovisuales en los próximos 50.
El acuerdo ha salido adelante pese a la oposición de clubes como el FC Barcelona y el Real Madrid o la Real Federación Española de Fútbol, que este jueves se posicionó también en contra. La reunión empezó a las 10:30, duró más de lo previsto (unas seis horas) y se ha saldado con 38 votos favorables y cuatro en contra. Como mínimo, se requería 32 síes.
Como ya avanzaron los propios presidentes, culés y merengues han votado en contra. Otro histórico que no estaba de acuerdo es el Athletic Club. Se desconoce la identidad del cuarto equipo, aunque hay fuentes que apuntan que podría ser Oviedo, propiedad de Carlos Slim. Estos serían los cuatro clubes, tres de ellos de propiedad de socios.
Joan Laporta y Florentino Pérez, presidentes de Barça y Madrid, en el Clásico del pasado curso, en Madrid / EFE
Joan Laporta y Florentino Pérez, presidentes de Barça y Madrid, en el Clásico del pasado curso, en Madrid / EFE
En el acto no asistieron ni Florentino Pérez ni Joan Laporta. Lo hicieron representantes de su confianza como José Ángel Sánchez y Mateu Alemany. Tampoco lo hizo Lluis Rubiales ni Juan Roig, presidente del Villarreal, que volvía de la Supercopa de Europa, pero pudo delegar su voto.
Dinero a disposición de los clubes
El 90% de estos 2.700 millones de euros irán destinados a ayudar a los clubes. Cada equipo decidirá si se acoge o no al fondo adicional que proporciona la Liga. Quien lo haga, se deberá comprometer con la competición. En el caso del Barça sería de 270 millones de euros, pero por la Superliga europea, no se quiere dar el paso y aceptar este acuerdo.
El 70% de lo que reciban las entidades deben ir destinados a costar infraestructuras y nuevas inversiones. Un 15% sería para refinanciar la deuda y afrontar las pérdidas durante la pandemia y el 15% restante para reforzar las plantillas y aumentar el límite salarial.