La era de Leo Messi en el FC Barcelona ha terminado. El desazón de Joan Laporta en la rueda de prensa de este viernes plasma a la perfección que las posibilidades de que Messi vuelve a vestir la camiseta azulgrana son nulas.
Joan Laporta comparece tras el anuncio de la salida de Leo Messi / EFE
En esta comparecencia ante los medios de comunicación, Joan Laporta ha explicado cómo fueron los dos contratos que se acordaron con Leo Messi y su entorno, y ha resumido la cronología de las negociaciones para que el Barça pudiera volver a disfrutar del jugador.
La primera oferta
El club y Leo Messi acordaron, en primera instancia, un acuerdo basado en el diferimiento de su salario: Messi cobraría en cinco años su salario de los próximos dos, que sería los que jugaría en el Barça. A partir de 2023, Leo Messi seguiría cobrando del club, pero sin ser futbolista del FC Barcelona.
Esta fórmula dio mucho que hablar. La principal polémica fue que el contrato contemplaba pagar a Messi mientras jugaba en otro club, por ejemplo en la MLS, o que su sueldo de futbolista se le pagara por hacer de embajador, otra de las opciones. Laporta ha explicado que en cierto momento, desde la Liga se les “insinuó convincentemente” de que esta fórmula podría funcionar.
Leo Messi, celebrando un gol con el Barça / EFE
Javier Tebas, sin embargó, declaró que la fórmula de ser embajador y “otras vías de escape” no entran en el reglamento, y no las permitiría. Y así fue: el FC Barcelona no pudo usar el criterio de cash, como ha explicado Laporta, y terminó explorando otro acuerdo con el argentino.
El segundo acuerdo, definitivo
Joan Laporta trabajó a destajo para encontrar una fórmula que le permitiera fichar a Messi e inscribirle. La única solución que se encontró pasaba por una considerable rebaja salarial, que el argentino aceptó. Los términos del segundo contrato no difieren mucho del primero, ya que también se le renovaba por cinco años, que cumpliría en el FC Barcelona como futbolista.
Esto era, claro está, una premisa falsa. Lo que se planeaba era reducir el salario de Messi en los dos primeros años -los que jugaría en el club- para aliviar la situación económica, y posteriormente se le rescindiría el contrato pagando todo lo pendiente. De esta manera, el Barça encontraba un hueco en el que el contrato era válido: Messi jugaba los dos años que quería, ayudaba al club cobrando “poco” hasta 2023, y luego se le pagaba el resto obedeciendo a las normas de la Liga.
Joan Laporta en rueda de prensa / EFE
Esta fórmula, principalmente, ayudaba al Barça a tener un tiempo para preparar una economía y una plantilla post-Messi, algo que al final llegará este verano. Joan Laporta ha destacado este viernes que ambas ofertas fueron estudiadas por la Liga y que, pese a que en primera instancia parecía que iban a ser aceptadas, la patronal rechazó ambas. Sobre el segundo acuerdo ha explicado que se les dijo que entraría, pero que finalmente no.
El presidente del FC Barcelona alega que el Barça debía ingresar mucho dinero y liberal masa salarial, algo que comportaba “riesgos grandes” que pondrían “todavía más en riesgo a la institución”. Joan Laporta también ha contado como otros clubes han presionado a la Liga para no flexibilizar el límite salarial, algo que el Barcelona simplemente no puede hacer si quiere renovar a Leo Messi.
Toda la cobertura sobre el fin del culebrón Messi continúa a lo largo de la jornada en Culemanía.