Los frentes abiertos para la UEFA se multiplican. Con el embrollo de la Superliga sumido en una batalla judicial que va para largo, el máximo organismo del fútbol europeo también tiene otra pelea con una nueva competición, en este caso impulsada por la FIFA.
El organismo presidido por Gianni Infantino presentó en 2019 el nuevo formato que planea para la organización del Mundial de Clubes, que incluye la participación de 24 equipos de todo el mundo cada cuatro veranos.
Aunque el plan inicial de la FIFA era iniciar este nuevo formato en el verano de 2021, la pandemia y otros obstáculos han pospuesto en repetidas ocasiones el calendario de inicio de este nuevo campeonato.
Los jugadores del Bayern de Munich celebrando el Mundial de Clubes en 2020 / EFE
"Falsas pretensiones"
Entre las barreras para su disputa está la oposición de la confederación regional más relevante, la UEFA, y de la mayoría de ligas europeas. Así, el actual presidente de este organismo, Alexander Ceferin, ha mostrado en unas declaraciones muy duras lo que opina de los planes de Infantino.
"Mientras sea presidente de la UEFA, no habrá lugar para perseguir esfuerzos egoístas o esconderse detrás de falsas pretensiones", dijo Ceferin, quien añadió que "el dinero no manda" y que el modelo del fútbol europeo ha de ser "respetado".
"No dejaré que nadie sacrifique sus estructuras en el altar de un mercantilismo muy cínico y despiadado", concluyó el esloveno, en unas declaraciones recogidas por Mundo Deportivo.
Los jugadores del Bayern de Munich celebrando el Mundial de Clubes en 2020 / EFE
Reunión del consejo
Las declaraciones del dirigente europeo llegan antes de la reunión del Consejo de la FIFA que habría de ratificar la nueva propuesta de Mundial de Clubes. Un visto bueno que todavía parece muy lejano. Entre los puntos de desencuentro, por ejemplo, está el modelo de financiación para la renovada competición, que exigiría la participación de fondos privados.
"No puedo aceptar que algunas personas cegadas por la búsqueda de ganancias estén considerando vender el alma de los torneos de fútbol a nebulosos fondos privados", sostuvo Ceferin.