La necesidad de liquidez en el FC Barcelona es imperativa. Se requiere ampliar la capacidad de tesorería de forma inmediata. En caso contrario, será del todo imposible abordar el ingente número de pagos pendientes (731 millones de euros en deuda a corto plazo) que tiene el club de cara al próximo 30 de junio, cuando finaliza el ejercicio contable. Es por este motivo que la junta directiva de Joan Laporta ha firmado ya el segundo anticipo de la línea de crédito concedida por Goldman Sachs.
El viernes pasado, el club blaugrana firmó un “préstamo puente” con la financiera estadounidense, según ha podido saber Culemanía. El gigante americano avanzará 80 millones de euros al Barça para poder hacer frente a una buena parte de los pagos que vencen en dos semanas. Una operación que viene a cuenta del acuerdo de financiación que se anunció extraoficialmente hace unos meses por valor de 500 millones.
En principio, estos 80 millones deberían descontarse de ese total de 500 que Goldman Sachs se comprometió a garantizar a la entidad culé. De forma que se sumarían a los 100 millones que la compañía americana inyectó directamente al Barça cuando se hizo público el acuerdo. Sin embargo, la fórmula financiera que se ha empleado en esta ocasión es distinta. Se trata de un préstamo paralelo por valor de esos 80 millones, que es el tope que tiene la junta directiva por estatutos: un 10% sobre el presupuesto de ingresos del curso actual, cifrado en 828 millones.
En busca de 400 millones
El motivo de que los 80 millones no se descuenten de los restantes 400 millones de la línea de crédito es que de momento ese dinero no existe. Goldman Sachs avanzó los primeros 100 millones de su bolsillo y se comprometía a buscar el resto con inversores de fuera. Ante las dificultades para conseguir ese capital de manera tan inmediata, y debido a las urgencias de la junta de Laporta por obtener más liquidez, no ha quedado más remedio que generar este préstamo puente de forma paralela a la línea de crédito.
Este segundo anticipo sumaría ya un total de 180 millones avanzados por Goldman Sachs para hacer frente a todos los pagos de 30 de junio. Un asunto del que el club no ha dado detalles públicamente, por lo que se espera que Laporta ofrezca las explicaciones oportunas en la próxima asamblea de compromisarios que se celebrará este domingo 20 de junio, por primera vez, en el césped del Camp Nou.
Joan Laporta en la presentación de la nueva equipación / EFE
Otro aspecto que exige explicaciones es el relativo al estado en el que se encuentra el citado crédito. Mediáticamente siempre se ha hablado de 500 millones, pero la directiva Elena Fort, portavoz y vicepresidenta institucional, anunció públicamente tras reunión ordinaria de junta que se había aprobado por unanimidad un acuerdo de 525 millones de euros para refinanciar la deuda. Aunque siempre se había hablado de 500 kilos, en aquella intervención la portavoz de la junta confesó un añadido de 25 millones. Y pocos días después se firma un anticipo en forma de préstamo por valor de otros 80.
Más deuda; menos control
Falta transparencia sobre una operación que se presume capital para garantizar la viabilidad futura de la entidad, con la premisa de mantener el modelo social de propiedad como uno de los elementos prioritarios, evitando la Sociedad Anónima Deportiva. Mientras tanto, se derivan dos realidades fácticas de este nuevo acuerdo: la primera, que la deuda del Barça sigue subiendo, superando los 1.174 millones de euros que Laporta heredó del mandato de Josep María Bartomeu. La segunda, que Goldman Sachs tiene cada vez más cogido al Barça.
Al crédito de 525 millones para refinanciar la deuda habría que añadir el nuevo préstamo de 80 y los 815 millones comprometidos por el Espai Barça que, a 30 años vista, acabarán suponiendo un ingreso de 1.250 millones de euros para el gigante americano. Cabe recordar que Goldman Sachs ya ha financiado 90 millones de las obras del proyecto arquitectónico. Con todo ello, ya se puede hablar de 1.354 millones de deuda en estos momentos, sin contar el Espai Barça ni los 400 millones de crédito pendientes.