El FC Barcelona y Noelia Romero, la compliance officer del club entre 2019 y 2020, han ido este martes a juicio por su despido después de no haber podido alcanzar un acuerdo en un segundo acto de conciliación celebrado este martes. El litigio, que ha quedado visto para sentencia, ha tenido lugar en el juzgado número 8 de lo social: el juez Juan Manuel Fernández será el encargado de decidir si el despido fue procedente o no, y lo hará después de examinar más de medio millar de documentos y los testimonios expuestos en juicio.
En el juicio chocan las dos versiones. Por su parte, Noelia Romero defiende que la despidieron por el Barçagate y por la denuncia que ella hizo de ese asunto, mientras que el FC Barcelona asegura que su despido no estuvo relacionado con eso, sino con la mala praxis y falta de profesionalidad de Romero. Una supuesta incompetencia que se vio en sus informes sobre el Barçagate y en muchas otras cuestiones, según fuentes del club.
Según informaciones de SER Catalunya, Noelia Romero ha citado como testimonios a Jordi Casalmiglia, Maria Teixidor, Quique Tombas y a Jaume Feliu, del comité de empresa. Los tres exdirectivos de Bartomeu, que ayudaron a su incorporación un años antes de su despido, declararon a su favor en el juicio. Por su parte, los abogados del club han citado a los exdirectivos Marta Plana y David Bellver, así como a Gómez Ponti y a la Compliance Officer actual, Mireia Simona.
Ni con Bartomeu ni con Laporta
Lo curioso de este caso es que Romero, despedida por Bartomeu, tampoco ha provocado simpatía en Laporta, que ha seguido con la línea de actuación de la anterior junta de mantener el litigio contra la antigua Compliance Officer. Su readmisión en el club, que se podría dar en caso que el juez estimase que se trata de un despido nulo, está descartada por ambas partes: el Barça alega que el despido es procedente y la propia Romero no exige volver, sino que se le indemnice y se reconozca el carácter improcedente de su despido.
Laporta, en una imagen de archivo / EFE
Noelia Romero pide la nulidad de su despido por “vulneración de sus derechos fundamentales y por coacciones”, y que la despidieron por el Barçagate y la denuncia que hizo de este asunto, según SER Catalunya. Además, Romero exige una indemnización de 14.000 euros y una compensación por daños y perjuicios de 300.000 euros más, informa el medio.
Cronología de un despido
Llegada al club en 2019 como Compliance Officer, el cargo encargado de supervisar las actuaciones del club en clave legal para que no se incumplan reglas y estatutos de la entidad, Romero inició su etapa más convulsa cuando la Cadena SER destapa el Barçagate en febrero de 2020. Con ello, Romero inicia una auditoría interna, la cual no hay que confundir con la que Bartomeu encargaría posteriormente a Price Waterhouse Coopers.
Bartomeu, en una imagen de archivo | EFE
En este proceso, Romero topó en diversas ocasiones con Bartomeu, y sufrió la dimisión de varios de sus compañeros, hasta que el 2 de junio entregó su informe. Tan solo tres días después era suspendida de empleo y sueldo, momento en el cual el club encargó a KPMG una revisión del departamento de Romero, el de compliance. El 9 de julio se hacía oficial su despido disciplinario.
Este informe de KPMG es el que el club ha utilizado en el juicio como prueba pericial: en él se descubren “múltiples incidencias” en el proceso de creación de la auditoría que, según el club, justifica el despido de Romero. El club alega que la “falta de rigor y confidencialidad”, así como las “falsedades” que contenía el informe, son suficientes para declarar su despido como procedente. Unas supuestas falsedades que ya se encargó de denunciar públicamente el anterior jefe de los servicios jurídicos, Román Gómez Ponti.
Habrá que estar a la espera de la sentencia que emita el juez y de cuáles son sus consecuencias para el club. Por el momento, el juicio queda visto para sentencia.