Reunión de urgencia este martes en el Camp Nou. Joan Laporta y Ronald Koeman se vuelven a ver las caras tras el encuentro, dos semanas atrás, en el restaurante Vía Veneto. Entonces se emplazaron para hablar cuando terminase la temporada. Los azulgranas jugaron el último partido el pasado sábado, con victoria sobre el Eibar por la mínima, y el primer día laborable desde entonces ha sido el elegido para intercambiar impresiones y exponer posiciones.
Aunque el encuentro generaba una gran expectación, se liquidó por la vía rápida y sin dejar grandes titulares. Tan solo media hora de reunión y una despedida repleta de sonrisas y apretones de mano. Cualquiera hubiese pensado que Koeman salía de firmar su renovación. El hecho de que le acompañase su agente, Rob Jansen, podría alimentar esta teoría, la menos probable de las hipótesis que se manejaban a priori.
¿Ganar tiempo?
La conclusión primera que se extrae tras la fugaz visita de Koeman a las oficinas del Camp Nou es que no habían muchas cosas de qué hablar. Si contasen con Koeman para el próximo curso, lo normal sería que se hubiesen extendido mucho más. Sin embargo, la falta de comunicación por parte del club y el buen rollo escenificado por parte de Rafa Yuste, vicepresidente deportivo que acompañaba a Laporta y Mateu Alemany en la reunión, hace pensar que quizá las cosas no fueron tan mal. Es conocido que tanto Alemany como Ramon Planes llevan semanas trabajando junto a Koeman en la planificación del próximo curso y apuestan por su continuidad.
Joan Laporta, frente a las oficinas del Camp Nou tras su reunión con Koeman / EFE
El que lo tiene menos claro es Laporta. Por ello, se puede interpretar que este primer encuentro ha sido un posado de cara a la galería con el objetivo único de ganar tiempo. Laporta estaría buscando a un entrenador para relevar a Koeman en el cargo, pero podría querer esperar a tenerlo bien atado para oficializar la marcha de Koeman. Mientras no lo encuentre, el técnico holandés sigue refrendado.
¿Despido + indemnización?
La segunda vía es la más dolorosa para Koeman. Le anuncian frente a su agente que no cuentan con él y que será despedido. En ese punto, entran en una charla para analizar los pormenores de la indemnización que correspondería al técnico, con contrato hasta 2022, y Koeman se niega a irse de manos vacías. Se acoge al contrato para exigir su segundo año de salario y Laporta le dice que lo estudiará poniendo fin a la reunión.
En este escenario, altamente improbable ahora mismo, solo faltaría alcanzar un acuerdo económico para la rescisión contractual. Hay que recordar que Koeman percibe un salario de 7,5 millones de euros netos.
¿Renovación a la baja?
Por último, una tercera vía más sorprendente, pasa por interpretar positivamente las palabras de Jansen a medios holandeses tras el encuentro. "Buenas sensaciones", dijo el agente, dando a entender que cabía la posibilidad de que Ronald continuase durante un tiempo en el Barça: uno o incluso dos años. En este caso, la presencia del representante se explicaría no tanto para negociar la rescisión de contrato sino todo lo contrario: para su ampliación.
Rob Jansen acompaña a su representado Ronald Koeman a las oficinas del Camp Nou / EFE
En el entorno balugrana se especula que Laporta podría ofrecer a Koeman la continuidad siempre y cuando se rebajase el salario, que es de 7,5 millones de euros. Laporta le ofrecería en ese caso una nueva oportunidad de entrenar al equipo pudiendo diseñar la plantilla a su antojo, no como le ocurrió el curso pasado, aunque siempre previa supervisión y consenso con la dirección deportiva. Esto supondría contar con fichajes que solicitó el pasado verano y que ya estarían encaminados: Wijnaldum y Memphis Depay. También llegarían con la carta de libertad Éric García y el Kun Agüero. El quinto fichaje sería Emerson Royal.