Joan Laporta ya prepara una nueva revolución al frente del FC Barcelona. El nuevo presidente y su equipo han intentando dar el máximo apoyo a los de Koeman este curso e intervenir lo mínimo a la espera de conocer los resultados. El balance de una única Copa del Rey y varias decepciones en Liga y Champions no han sido suficientes para convencer al abogado.
En este sentido, Laporta ha tomado buena nota y ya se prepara para pasar la escoba en la plantilla blaugrana. Una limpieza además necesaria para solventar la compleja situación económica que vive la entidad. En este sentido, poco más de nueve jugadores son considerados intransferibles para la nueva directiva: Ter Stegen, Ronald Araujo, Óscar Mingueza, Frenkie De Jong, Pedri, Ilaix Moriba, Riqui Puig, Ansu Fati y Lionel Messi. Jugadores destinados a liderar al Barça del futuro.
Laporta saludando a Messi el día de la foto oficial / FC Barcelona
Asimismo, también existe consenso en club sobre las salidas: Neto, Samuel Umtiti, Junior Firpo, Miralem Pjanic, Coutinho, Matheus, Antoine Griezmann y Martin Braithwaite. En cambio, más dudas existen con Ousmane Dembelé, cuya renovación marcará la decisión final, Dest, Lenglet y Trincao.
Finalmente, tampoco tienen su puesto asegurado la vieja guardia de La Masía: Piqué, Sergi Roberto, Jordi Alba y Sergio Busquets. Eso sí, estos cuatro todavía tendrán una oportunidad de continuar. Eso sí, accediendo a una importante rebaja salarial y teniendo en cuenta que dejarán de ser insustituibles en el esquema. Y a todo esto, incluso Ronald Koeman podría formar parte de esta revolución.
La renovación de 2003 marca el camino
Laporta ya demostró en su primera etapa en el club blaugrana que no le temblará el pulso a la hora de revolucionar por completo la plantilla, y tomar decisiones que no sean fáciles pero sí convenientes para el Barcelona. Su limpieza en 2003 le marca el camino más de 18 años después.
En ese momento, el abogado se hizo cargo de un club en ruinas tras la controvertida la dimisión de Gaspar y la presidencia interina de Enric Reyna. Lo primero que hizo Laporta fue prescindir de Radomir Antic. Acto seguido fichó a Frank Rijkaard, pese a que apenas contaba con experiencia como entrenador. Una situación que puede repetirse con Koeman y Xavi.
Joan Laporta, en su primera etapa como presidente del Barça / EFE
El presidente del Barça lideró una profunda renovación durante el mercado estival. Un total de 12 jugadores abandonaron las instalaciones del equipo ese mismo verano. Riquelme, De Boer, Bonano, Rochemback, Christanval, Geovanni, Enke, Mendieta o Sorín fueron algunos de los futbolistas que tuvieron que marcharse tras dejar un equipo claramente oxidado.
Tras esto, Laporta invirtió de forma inteligente casi 45 millones de euros en siete incorporaciones de primer nivel, entre las que se encontraban Ronaldinho, Márquez o Van Bronckhorst. Jugadores clave en los títulos que ganó el Barça poco después, y tremendamente respetados por la afición.
No le temblará el pulso
Asimismo, en 2008 y por si quedaba alguna duda, Laporta confirmó con una nueva limpieza las claves de su Barça. Ese año, el equipo blaugrana venía de una mala racha tras haberse proclamado campeón de la Champions en 2006, y Rijkaard estaba en la cuerda floja. El presidente tuvo agallas y valor y apostó por alguien de la casa, Pep Guardiola.
El cambio en el banquillo fue la gran apuesta del presidente, a dos años del final de su mandato. Una valentía que tuvo premio, y que fue clave en la construcción del mejor Barcelona de la historia. Asimismo, por decisión del de Santpedor, se sentenció a vacas sagradas como Ronaldinho, Deco o Zambrotta, para rejuvenecer el equipo con jugadores como Gerard Piqué o Dani Alves.
Ronaldinho y Deco, en un entrenamiento con el Barça / EFE
Trece años después el Barça vuelve a estar sumido en una crisis deportiva, institucional y financiera, y Joan Laporta vuelve a ocupar la posición más alta en el organigrama del club. Veremos como acaba todo. Lo que está claro es que no le temblará el pulso a la hora de tomar decisiones difíciles. Ya lo ha demostrado.