Una de las carpetas más importantes que tendrá que afrontar Joan Laporta en su segundo mandato al frente del FC Barcelona será la del Espai Barça. En su primera etapa ya intentó remodelar el estadio con el proyecto Foster, pero finalmente no cuajó. Luego, primero con Sandro Rosell y después con Josep Maria Bartomeu, se trabajó en la remodelación actual.
En 2014, cuando se sometió a referéndum esta remodelación, el proyecto estaba presupuestado en 600 millones de euros. Casi seis años más tarde, y como avanzó Culemanía, la cifra ascendía a 815 millones, unos números que deben ser ratificados por los socios de nuevo en las urnas.
El precio a pagar por la entidad, según anunció el entonces vicepresidente Jordi Moix, sería de 1.250 millones --teniendo en cuenta los intereses-- a pagar en 25 años. Esta cantidad saldría de los ingresos que generaría anualmente el nuevo Camp Nou, calculados en 150 millones por temporada: 100 para el club y 50 para Goldman Sachs, quien deja el dinero.
Se queda corto
Durante la precampaña, Laporta anunció que retocarían el proyecto Espai Barça, pero que no harían grandes cambios. Pero la realidad que se han encontrado una vez ha regresado al club es muy diferente: hay sobrecostes en algunos apartados y algunas obras, como las del nuevo Palau Blaugrana, son difícilmente realizables como están planeadas.
Joan Laporta en un partido del Barça / EFE
Según apuntó este martes por la noche RAC1, aquellos que trabajan en el nuevo estadio consideran que para realizar todo el proyecto se necesitarán más de 1.000 millones de euros. Por ese motivo, consideran que el plan ha quedado obsoleto y se tiene que replantear de arriba abajo.
Como hemos comentado, una de las obras que más preocupan son las del Palau Blaugrana. Su lugar debe ser donde había el Miniestadi y su presupuesto, de 90 millones de euros. La junta directiva actual considera que el precio final puede rondar los 250 millones de euros. Lo mismo sucede con el Camp Nou, donde querían destinar 400 millones, que ahora parecen pocos.
Prioridad Camp Nou
Tanto Goldman Sachs, interesados en recuperar la inversión, como el Barça consideran que la obra prioritaria tiene que ser el Camp Nou. El motivo es simple: cuanto antes esté terminado, antes se producirán los ingresos económicos derivados del estadio. La previsión es de 150 millones de euros por temporada.
Joan Laporta y Ada Colau en la reunión entre el FC Barcelona y el Ayuntamiento por el Espai Barça / FCB
Por ese motivo, Joan Laporta ya ha avanzado las conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para trasladar el equipo las próximas temporadas al Estadi de Montjuïc. Sin actividad durante un tiempo sin parones, las obras avanzarían con rapidez, antes terminarían las obras y empezaría a rendir económicamente.