Joan Laporta y su equipo están a la espera de la auditoría interna para empezar a tomar decisiones de peso en el FC Barcelona. Este análisis permitirá conocer en profundidad la situación económica de la entidad blaugrana, y ofrecerá las cifras clave que deberá tener en cuenta la nueva junta directiva a la hora de determinar qué rumbo debe coger el club en los próximos meses.
No obstante, las últimas informaciones apuntan a que la situación podría ser peor de lo que se esperaba, y las pérdidas podrían ascender este curso por encima de los 350 millones de euros. De estos resultados dependerá el recorte a la masa salarial que deba hacer el Barça.
Joan Laporta y Mateu Alemany / EFE
Los futbolistas, cuyos sueldos ocupan gran parte del gasto, serán los más perjudicados. Laporta propondrá al vestuario una nueva rebaja salarial para adecuar sus emolumentos a la grave situación de la tesorería. Pero más allá de este recorte, la nueva directiva deberá proponer otras medidas contundentes para intentar equilibrar los presupuestos y mantener un equipo competitivo de cara al curso que viene.
Factor Messi
Lo primero que Laporta deberá tener en cuenta de cara a la próxima temporada es la situación de Leo Messi. El presidente confía en que el argentino acepte su propuesta de renovar dos años más. Hay entendimiento entre las partes, y su continuidad está cerca. Una renovación en la que, además, el 10 aceptaría una reducción de prácticamente el 50% de su sueldo, a cambio de un contrato de 10 años.
La oferta le permitiría permanecer dos temporadas en el Camp Nou, para luego emprender la aventura americana con Luis Suárez en el Inter de Miami mientras hace de embajador del club blaugrana. Una aventura que llegaría después de su último Mundial, el de Qatar 2022.
Laporta, junto a Leo Messi en la ciutat Esportiva | FCB
Finalmente, las exigencias de Messi pasan por volver al Camp Nou una vez decida dar por acabada esta etapa, y tener un papel importante en el área deportiva. Un tipo de contrato parecido al que se le ofreció a Juan Carlos Navarro, que permitiría al argentino no desligarse nunca del club de su vida y tener una relación vitalicia. Además, el Barça contempla obtener beneficios de la explotación comercial de la imagen de Leo en Estados Unidos. Por lo que sería beneficiosa para ambas partes, y permitiría una reducción salarial importante durante las próximas temporadas.
Ventas importantes
Por otra parte, más allá de la rebaja salarial, especialmente acentuada en Messi, Laporta ha encargado a su director de fútbol, Mateu Alemany, el negociar las salidas de los futbolistas con un sueldo más alto. Es decir, de aquellos jugadores que tienen más hipotecado el club a largo plazo. Su marcha permitiría aligerar notablemente la masa salarial.
Los casos más evidentes son los de Griezmann, Coutinho y Dembelé. Los tres fichajes más caros de la historia del Barça y que, a parte, perciben unos emolumentos que no están acordes a su rendimiento. Griezmann y Coutinho son los dos que más cobran, solo por detrás de Messi. Mientras que Dembelé está en el mismo escalón que pesos pesados como Piqué o Busquets, que llevan toda la vida en el club.
Griezmann, Dembelé y Coutinho, en un montaje | Culemanía
Alemany tratará de aprovechar que tienen mercado para sacar una cantidad importante por su venta. Sin embargo, no se descarta tampoco incluirlos en un intercambio por Neymar para sustituir tres sueldos importantes por otro que también sería de los más altos del equipo.
Clase media
Asimismo, el club blaugrana no descarta incorporaciones este verano, pero la mayoría llegarían con la carta de libertad. No se tendría que pagar traspaso, pero sí un salario importante. Para ello, antes se deberá dar salida a otros futbolistas con contratos tóxicos, y un papel residual, como Pjanic, Umtiti o Braithwaite. Con estos, no se descarta incluso una cesión para ahorrarse su salario y cuadrar los números. En este grupo también entrarían Neto y Firpo.
Pjanic, en un partido con el Barça | EFE
Se esperan muchos movimientos en el Camp Nou este curso. Laporta y Alemany no tendrán una misión fácil, ya que deberán reforzar al equipo pero tratando de solventar una situación económica extrema. Ventas, zafarse de contratos importantes, fichajes a bajo coste. Ese es el plan del Barça para el próximo verano.