Jaume Roures es uno de los nombres de la actualidad política y deportiva. Esta semana, después de la debacle de Podemos a la Comunidad de Madrid se le relacionó con Pablo Iglesias para un futuro proyecto audiovisual. El empresario catalán lo descartó dejando la puerta abierta a una colaboración.
En una entrevista a RAC1, volvió a hablar de fútbol y cargó contra la Superliga europea: “Lo damos por enterrado de por vida. No hay manera de hacerlo peor. No hay evento en el mundo que haya durado tan poco. Todo ha sido muy ridículo. El jueves anterior, la ECA había presentado el formato de la nueva Champions. Entre jueves y domingo se les cruzan los cables y salen con otra cosa. Se había llegado a un acuerdo. Es un salto de acrobacia impresionante”.
Joan Laporta y Florentino Pérez en el clásico / EFE
Unas palabras que se entienden por su buena relación con Javier Tebas, presidente de la Liga, competición de la cual tiene los derechos de retrasmisión en los bares. A su vez, es un palo a Florentino Pérez y a Joan Laporta, dos de los principales avaladores del macroproyecto que se desmarque de la UEFA.
Aval y Barçagate
Jaume Roures aprovechó la ocasión para desmarcarse de la nueva junta directiva del FC Barcelona, de la que ha sido avalador. “Se puede ver que no estoy en la junta, no ha habido ningún cambio” y apuntó que “tiene fecha de caducidad, es hasta el mes de noviembre. No solo el mío, los 124. Antes tiene que haber una Asamblea de socios compromisarios. En función de este nuevo presupuesto, habrá un nuevo aval”.
También confirmó que será acusación particular en el Barçagate, donde la jueza ha negado a un grupo de socios denunciantes ser acusación popular: “Ya lo soy y hay unas declaraciones previstas de este par de estos individuos (Òscar Grau y Roman Gómez Ponti). Es un escándalo esto”.
Los Mossos, en el registro en las oficinas del Camp Nou | EFE
Y lo matizó con un “lo que explicaba la compliance, como lo orquestaban todo, como se gastaban el dinero del socio… Han gastado millones para defender la figura de alguno de los dirigentes. También se manipuló la auditoría de Price. No pasa en ningún sitio sin que tenga consecuencias”. Próximamente se retomará el caso.
Apunta al Espai Barça
El propietario de Mediapro también relaciona el Espai Barça a una posible fracturación de contratos, como supuestamente se hizo en el Barçagate. “Había un agujero económico importante. Toda la movida del Espai Barça sin que no haya nada hecho es evidente que algo está pasando. Son cosas evidentes que cuando se habla del Barça nadie se atreve a llevar la contraria. El agujero de 1.000 millones lo estaremos pagando durante años”, apuntó.