Neymar quiere regresar al Barça, y hará todo lo posible para que este verano su fichaje por el club blaugrana se haga realidad. El brasileño ha paralizado por completo su renovación con el PSG hasta 2026, cuando ya estaba prácticamente encarrilada. Todo, porque ha vuelto a pasar por su cabeza la idea de compartir vestuario con su amigo Leo Messi, y cada vez ve menos posible que el argentino salga del Camp Nou.
Por el momento, los parisinos no están dispuestos a escuchar ofertas por él, ya que están convencidos de que renovará. Sin embargo, los acontecimientos podrían acelerarse esta misma semana. Si los franceses son eliminados por el Manchester City en las semifinales de la Champions, esto podría convertirse en la decepción definitiva de un Neymar que daría por acabada su etapa en el Parque de los Príncipes.
Neymar, lamentando una acción ante el Manchester City | EFE
Abriría un contexto en el que el PSG se vería obligado no solo a venderle, sino a facilitar su salida a un precio razonable. La finalización de su contrato actual es en 2022, por lo que estarían obligados a venderlo ya, si no quieren arriesgarse a dejarlo escapar gratis el próximo curso y tener que mantenerlo a desgana y sin motivación.
En esta línea, Joan Laporta ya hace números para cerrar la llegada del atacante carioca. Es su gran prioridad, no solo por el impacto que comportaría a nivel deportivo, sino también ecónomico.
Impacto positivo a nivel publicitario
Conseguir la vuelta de Neymar no sería fácil, y más en un momento complicado del club blaugrana a nivel económico. La inclusión de Dembelé o Coutinho en la operación podría rebajar considerablemente su precio. Sin embargo, a esto habría que sumar también su salario. Ahora mismo está cobrando 36,8 millones de euros al año en el PSG. Aunque lo obligasen a una reducción importante para fichar, no dejará de cobrar como lo que es: uno de los mejores jugadores del mundo.
Sin embargo, el presidente blaugrana considera su llegada una inversión a nivel económico. Y es que más allá de sus desorbitados emolumentos, se trata de un caso como el de Leo Messi: genera mucho más de lo que cuesta. A nivel de patrocinios, es el tercer futbolista que más dinero mueve del mundo, con unos ingresos de cerca de 15 millones al año, según Forbes. Solo le superan Messi (29 millones) y Cristiano Ronaldo (44 millones).
Laporta, junto a Neymar y Messi en un montaje | REDES
Por tanto, el poder contar con Messi y Neymar convertiría de nuevo al FC Barcelona en un imán para las marcas, y le permitiría renegociar de nuevo los contratos con los patrocinadores al alza. Asimismo, al tener 29 años, posibilitaría a la entidad culé disponer de un jugador franquicia para cuando se produzca la irremediable marcha de su capitán, y facilitar la transición a nivel deportivo.
A todo esto hay que sumar también que el brasileño saca el máximo partido a su imagen a través de las redes sociales. En instagram, cuenta con más de 144 millones de seguidores. Lo que permitiría al Barça también llegar a nuevos nichos de mercado en estas plataformas.
El relevo de Messi
Más allá de los argumentos económicos, el Barça piensa en Neymar sobre todo como el nuevo líder del vestuario, cuando Messi no esté. El argentino tiene la intención de estar en Europa dos temporadas más, y después marcharse a Estados Unidos. En ese momento, el club blaugrana deberá tener ya una imagen visible sobre la que sostenerse. Tanto a nivel deportivo como económico.
El cuadro culé se encuentra en estos momentos en un etapa de transición, dando entrada a jóvenes de La Masía y aprovechando los últimos toques de magia de sus pesos pesados. Al proyecto le falta un crack de primer nivel para poder aspirar a la Champions League. En el PSG, Neymar ha demostrado ya que está preparado para capitanear a un vestuario hasta la cima europea.
Neymar, junto a Messi en su etapa en el Barça | EFE
Su regreso comportaría también mucha controversia por parte de varios sectores del barcelonismo. Su salida al PSG y las posteriores denuncias al Barça le convirtieron en persona non-grata para muchos aficionados culés. Sin embargo, dejando de lado esta furia, y centrándonos exclusivamente en motivos económicos y deportivos, no hay duda de que la vuelta de Neymar al Camp Nou podría solventar muchos de los problemas actuales del Barça.