Tras unos días de silencio absoluto, la cúpula del Barça está empezando a posicionarse en el tema de la Superliga, y a dar más motivos de por qué decidieron adherirse a la nueva competición de urgencia, tal y como destacó el club en un comunicado. Ahora, ha sido el nuevo vicepresidente económico de Laporta, Eduard Romeu, el que salió a dar la cara y a dar explicaciones.
En declaraciones a TV3, reconoció que "nos hemos sumado a la Superliga porque entendemos que es bueno para el fútbol y para el Barça". En la misma línea, aseguró que la entidad culé sigue en el proyecto, y no descarta que se haga realidad en los próximos años si "encontramos un punto de encuentro".
Eduard Romeu, en declaraciones a TV3 | REDES
Porque, tras las polémicas y presiones de los últimos días, lo que ha quedado claro es que sin diálogo y acuerdo con la UEFA y la FIFA, será imposible que salga adelante. "Las presiones existen y es un proyecto que requiere mucho diálogo", apuntó Romeu.
En manos de los socios
Por el momento, el Barça es, junto el Real Madrid, el equipo que no ha anunciado de forma oficial su rechazo a la nueva Superliga. Sin embargo, existen todavía muchas incógnitas. Los otros 10 fundadores siguen todavía dentro del proyecto, hasta que se hagan cargo de las penalizaciones por marcharse, que podrían ascender hasta los 300 millones de euros.
Imagen de archivo de una asamblea de compromisarios / EFE
Una situación que podrían desencallar los socios del Barça en la próxima Asamblea. Y es que según avanzaron varios medios europeos, si los socios culés tumban la participación del Barcelona en la Superliga, las once instituciones fundadoras restantes podrían debatir si con la retirada de los catalanes, que no pagarían penalización, el torneo queda devaluado. Si el 70% votara que sí, que en principio debería ser así vistos los acontecimientos, el proyecto quedaría paralizado.