La polémica de la Superliga de clubes ha puesto el foco en las finanzas de la UEFA. Tras las entrevistas concedidas por Florentino Pérez a medios españoles y la posterior aparición de Joan Laporta ante los micrófonos de TV3, queda evidenciado que el móvil de la revuelta que han liderado los colosos del fútbol europeo era el dinero. FC Barcelona y Real Madrid, muy mermados en sus cuentas debido a la pandemia y citycada vez con más dificultades de combatir a los denominados club Estado, están convencidos de la necesidad de organizar una nueva competición que haga una redistribución más equitativa de los ingresos.
La propuesta lanzada mediante el comunicado de la denominada The Super League proponía un reparto de 3.500 millones de euros anuales entre los 20 clubes que participarían. Además, en el primer año estaba prevista una inyección inicial de 350 millones para cada uno de los 15 supuestos clubes fundadores –finalmente fueron 12 ya que PSG, Bayern y Borussia Dortmund declinaron la invitación–, lo que suponía otros 5.250 millones euros como compensación por abandonar la Champions League y por las pérdidas derivadas del coronavirus. Unas cuantías muy superiores a las que reparte la UEFA actualmente.
Un reparto muy diferente
El organismo que preside Aleksander Ceferin recaudó en el ejercicio 2018-19 un total de 3.857,2 millones de euros, según las cuentas oficiales publicadas por UEFA. De todo ese dinero, la parte destinada a los equipos que participan en las competiciones europeas ascendió a 3.093,1 millones de euros, el 80%. Una cifra no tan alejada de los 3.500 millones que propone la Superliga, financiados inicialmente por JP Morgan, pero con una diferencia notable: el número de equipos.
Mientras la nueva competición impulsada por Florentino Pérez, el dimitido Josep María Bartomeu y Andrea Agnelli repartiría esos 3.500 millones entre 20 equipos, la UEFA distribuye poco más de 3.000 millones entre 76 clubes (los 32 equipos que disputan la Champions y los 44 que juegan la Europa League), de los que 1.950 millones van dirigidos a los equipos de la Champions. Además, el órgano europeo también destina una parte de lo recaudado –en torno a 600 millones– a las competiciones y selecciones nacionales. No hay color.
Bartomeu y Florentino Pérez en una imagen de archivo / EFE
Mientras el campeón de la Superliga se embolsaría unos 250 millones, el campeón de la Champions se queda en menos de la mitad. El Liverpool ingresó en 2019 un total de 111 millones de euros. Los números del curso anterior, el 2019-20, todavía no son públicos, pero ya ha trascendido que el Bayern se llevó el año pasado unos 120 kilos.
3.300 millones de las televisiones
Los ingresos de la UEFA proceden mayoritariamente de la venta de los derechos televisivos, que se suelen negociar en paquetes de tres años. La recaudación del último trienio firmado con las televisiones ha deparado 9.645 millones en el periodo de 2018 a 2021. Ahora llega la hora de una nueva negociación que, precisamente, coincidía con el momento elegido por las superpotencias europeas para hacer el cambio de competición.
Así se desglosan los 3.857 millones ingresados por la UEFA: 3.309 millones proceden de las televisiones, 478 millones de los sponsors, 26,9 millones en entradas, 23,4 millones en Hospitality (palcos, comida en los estadios, etc.) y 19,5 en otros conceptos.