La Superliga europea queda desmontada apenas 72 horas después de su anuncio. De los 12 equipos fundadores de la nueva competición solamente quedan dos: Real Madrid y FC Barcelona. Las presiones de los aficionados han provocado que italianos e ingleses hayan abandonado el proyecto.
Este martes por la noche se informó que los seis grandes de la Premier League ya no continuaban: Chelsea, Arsenal, Liverpool, Manchester United, Manchester City y Tottenham. El miércoles por la mañana era el turno del Inter de Milán y del Atlético de Madrid.
Los últimos en no verlo claro han sido el Milan AC y la Juventus de Turín, uno de los principales impulsores junto a Florentino Pérez y Bartomeu. Los milaneses no descartan participar en la Superliga, pero exponen que “las voces de los aficionados de todo el mundo se han expresado claramente sobre la Superliga y el AC Milan debe ser sensible a la voz de los amantes de este maravilloso deporte”.
Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, en una imagen de archivo / EFE
Andrea Agnelli en una imagen de archivo / EFE
La Juventus de Turín, mediante un comunicado, comentaba que “en este contexto, la Juventus aún se mantiene convencida de la validez de los aspectos deportivos, comerciales y legales del proyecto, cree que actualmente tiene posibilidades limitadas de completarse en la forma en que fue concebido inicialmente”, pero no le ve continuidad al modelo actual.
Esperando reacciones
El Real Madrid de Florentino Pérez todavía no se ha pronunciado públicamente sobre la fuga de los equipos en el proyecto que lidera su presidente. Esta noche, el empresario concederá una entrevista en la Cadena SER y desde la capital se especula con la posibilidad de que se anuncie la disolución oficial de la competición.
Por parte del FC Barcelona, ni Joan Laporta ni nadie del club se ha posicionado al respecto. Desde el comunicado del lunes, no se ha emitido ninguna reacción, salvo la de Ronald Koeman este miércoles en rueda de prensa, totalmente acorralado. Es el único de los 12 clubes que no se han pronunciado después de la temprana crisis de la Superliga europea, ya que Florentino Pérez sí que dio la cara en una entrevista tras las primeras reacciones contrarias de la UEFA.