Los 12 clubes que han decidido firmar y sacar adelante la nueva Superliga podrían tener consecuencias y castigos importantes por parte de la UEFA y la FIFA esta misma temporada. Así lo ha reconocido Jesper Moller, miembro del comité ejecutivo de la UEFA, a la cadena DR este mismo lunes.
Una decisión que afectaría especialmente a Real Madrid, Manchester City y Chelsea, tres clubes clasificados para jugar las semifinales de la Champions League en las próximas semanas, y que podrían incluso llegar a ser excluídos de la competición, al ser los impulsores del campeonato a espaldas de los organismos europeos.
Salah, en una acción ante el Real Madrid | EFE
El veredicto final será este viernes, cuando vuelve a reunirse el Comité Ejecutivo de la UEFA. Sin embargo, Moller ya dejó su posicionamiento claro: "Los clubes deben irse, y espero que eso suceda el viernes". Veremos si esta idea es aceptada por parte del resto de directivos.
Si esta decisión sigue en pie, el único de los cuatro equipos no sancionado sería el París Saint-Germain, que no tiene vinculación con la Superliga. No obstante, esto no querría decir que se proclamase automáticamente campeón, sino que la idea de la UEFA sería escoger a otros equipos para que los sustituyesen y luchasen para convertirse en el campeón de la competición en esta edición.
Los clubes de la Superliga se quieren proteger
Una determinación que se uniría a la que ya avanzó el presidente de la UEFA, Ceferin, que apuntó que los "futbolistas que jueguen en la Superliga no podrán disputar con sus selecciones competiciones como el Mundial o la Eurocopa". Para protegerse y responder a estas amenazas los 12 equipos fundadores de la Superliga ya han anunciado que emprenderán acciones legales contra los dos organismos por tratar de frustrar el lanzamiento del proyecto.
"Nos preocupa que FIFA y UEFA puedan responder a nuestra Superliga tomando medidas punitivas para excluir a cualquier club o jugador participante de sus respectivas competiciones", aseguraron. Los equipos ingleses, españoles e italianos que ya forman parte de la Superliga expusieron a Infantino y Ceferin que la nueva competición ya ha sido financiada por 4.000 millones de euros, por lo que "una reacción adversa pondría en peligro el compromiso de financiamiento bajo la supervisión y sería ilegal".
Ceferin en la final de la Champions League de 2019 / EFE
Es por eso que, tal y como apuntan los clubes en la carta dirigida a FIFA y UEFA, "Super League Company ha presentado una moción ante los tribunales pertinentes para garantizar el establecimiento y el funcionamiento sin problemas de la Competencia de acuerdo con las leyes aplicables". La guerra está servida, y la primera batalla podría ocurrir durante esta semana.