El clásico del pasado sábado en Valdebebas estuvo cargado de alicientes. El primero y más importante era el deportivo, claro está. Real Madrid y FC Barcelona se jugaban media Liga en el Alfredo di Stéfano. El que ganara seguía con las aspiraciones intactas en la competición y el que perdiera se complicaba sobremanera la consecución del título.

Fue uno de los encuentros más atractivos y disputados de los últimos tiempos. Cualquiera de los dos podría haber ganado, pero la balanza se decantó hacia la entidad de Chamartín. Ahora, los blancos se quedan a un punto del Atlético de Madrid y el FC Barcelona, a dos. El Sevilla aprieta y se sitúa a seis de los colchoneros.

Reencuentro

Otro de los alicientes era el reencuentro entre Florentino Pérez y Joan Laporta, que se volvían a ver once años después. Los presidentes de blancos y azulgranas se saludaron justo antes del pitido inicial, con el mandatario merengue ejerciendo de anfitrión e indicando al abogado dónde debía sentarse.

Fue un saludo cordial, evidenciando la buena relación existente entre las juntas directivas de los dos clubes más poderosos de España. Intercambiaron también unas palabras y, cuando Laporta se sentó, Florentino se fue hacia su localidad..

Curiosamente, el sábado se cumplían once años de la última vez que habían coincidido en el palco en un clásico. El 10 de abril de 2010, el equipo dirigido por Pep Guardiola se impuso por 0-2 en el Santiago Bernabéu con goles de Messi y Pedro. Más de una década después, Florentino devolvió el golpe a Laporta.

Tensiones superadas

Aunque ahora existe una relación cordial entre las directivas de Barça y Real Madrid, no siempre había sido así con el abogado y el empresario como presidentes. En agosto de 2009, tras el regreso a la presidencia de Pérez, Laporta espetó que "su modelo es imperialista, con aires de prepotencia y tiene sus orígenes en el chollo".

Joan Laporta viajando a Madrid / FC Barcelona

Joan Laporta viajando a Madrid / FC Barcelona

Florentino no se mordió la lengua y la respondió: "Nuestra perspectiva, más de empresa, ha sido malentendida. Es habitual que se confundan los términos gasto e inversión cuando se habla de fichajes. Hemos decidido generar ingresos invirtiendo en activos, que son los jugadores. No creo que ni el club ni yo seamos prepotentes".

Ahora la situación es radicalmente diferente. Así lo evidenció el reencuentro entre Laporta y Florentino del pasado sábado. Han olvidado viejas rencillas y mantienen una relación cordial.