El Barçagate ha dejado secuelas casi irreparables en el Camp Nou. Lo que comenzó como un conato de escándalo que parecía cuestionar más la moral de la junta directiva del FC Barcelona que otra cosa, ha terminado en los tribunales, con detenidos, noches en el calabozo, imputados y graves acusaciones por delitos de administración desleal y corrupción entre particulares. Uno de los principales señalados por este caso es Jaume Masferrer, el que fuera asesor de presidencia de Josep María Bartomeu.
Masferrer fue despedido del FC Barcelona el pasado 30 de octubre de 2020. Fue una de las primeras acciones de la junta gestora presidida por Carles Tusquets, que tomó posesión del cargo de manera interina tras la dimisión de Bartomeu y su junta directiva el 27 de octubre. Aquella decisión, ejecutada por el departamento de recursos humanos que dirige Gemma Biosca, se entendió y fue justificada desde el club con naturalidad: “Si no hay presidente, no tiene sentido tener un asesor de presidencia”.
Despido por causas objetivas
Culemanía avanzó la noticia en primicia, pero en aquel momento no había muchos más detalles al respecto de cómo habían ido las negociaciones. Unos meses después, este medio ha podido corroborar que, tras su despido, Masferrer cobró una indemnización parcial. Es decir, ligeramente inferior a lo que a priori le hubiese correspondido por contrato. Algo distinto ocurrió con Anna Casal, la secretaria de presidencia, que en lugar de ser despedida fue trasladada al departamento de marketing.
Si bien Masferrer ya venía cobrando menos en sus últimos meses debido a las rebajas salariales que se habían aplicado a todos los empleados con motivo de la pandemia del coronavirus, el motivo que explica que se llevase una indemnización menor a la que se podría haber llevado es otro: desde el club argumentaron que al dejar de ser necesario su puesto de trabajo, no estaban obligados a darle una indemnización por despido improcedente, sino por causas objetivas, lo que rebajaba ostensiblemente la cuantía a abonar.
Jaume Masferrer y Josep María Bartomeu, durante la etapa inicial de la presidencia de Sandro Rosell / REDES
Según el Estatuto de los Trabajadores, el despido improcedente comporta una indemnización de 33 días por año trabajado. En cambio, el despido por causas objetivas se compensa con el abono de 20 días de salario por año trabajado. Si Masferrer hubiese sido despedido por Bartomeu, se podría haber llevado prácticamente el doble de la indemnización que finalmente percibió.
13.500 euros de indemnización
Masferrer cobraba unos 10.000 euros al mes en el Barça –8.000 euros por sus tareas como asesor de presidencia y 2.000 euros por sus funciones para el Observatori Blaugrana, según TV3– y tomó posesión del cargo el pasado 7 de septiembre de 2018, lo que significa que le correspondían un total de 40 días de salarios aproximadamente. El resultante es que se llevó una indemnización de unos 13.500 euros por el global de los dos años trabajados como asesor oficial de Bartomeu. En cambio, si le hubiesen indemnizado por despido improcedente se habría embolsado 22.000 euros.
Una jugada que le salió bien a la gestora de Tusquets aunque, teniendo en cuenta que el Barça tiene una deuda de 1.173 millones de euros, es evidente que se trata de una cantidad muy simbólica, sin trascendencia de cara a equilibrar la mermada economía del club.