Victor Valdés apuntaba a ser uno de los fichajes más mediáticos del nuevo organigrama de Joan Laporta en el Barça. El exguardameta le mostró su apoyo públicamente durante la campaña, y su incoporación en la parcela deportiva de daba prácticamente por segura. "Ya nos pondremos de acuerdo, sé lo que tú quieres", le llegó incluso a comentar Laporta durante un acto.
Sin embargo, parece que las posturas se han alejado considerablemente durante las últimas horas. Tal y como avanzó Catalunya Ràdio, Valdés habría rechazado la oferta deportiva que Laporta le habría puesto encima de la mesa, y su fichaje ya no es tan seguro.
Valdés, en un acto junto a Joan Laporta | EFE
Valdés, en un acto junto a Joan Laporta | EFE
La intención del de Hospitalet es seguir siendo primer entrenador. Por ahí ha venido enfocando su carrera en los últimos años. En este sentido, su intención pasa por asumir la dirección de uno de los equipos del fútbol formativo culé, tal y como hizo con el Juvenil A durante escasos meses la temporada pasada o como ha hecho con el Moratalaz y el Horta, no exento de alguna polémica. No obstante, de momento la directiva azulgrana solo le contempla como formador de porteros dentro de la estructura del club.
Laporta ya comunicó cuando fue elegido presidente que su planteamiento pasa por mantener la confianza en los actuales técnicos de la entidad como mínimo hasta final de temporada. Por tanto, no propondrá cambio de entrenadores hasta el curso que viene. Algo que podría romper las negociaciones con un Valdés que ya se marchó de La Masía por la puerta de atrás en 2019, al protagonizar sonoras discrepancias con Patrick Kluivert, responsable del fútbol formativo.
Víctor Valdés en un entrenamiento con el juvenil A / EFE
Víctor Valdés en un entrenamiento con el juvenil A / EFE
Veremos cómo avanzan las negociaciones. No es descartable que se reconduzca la situación, ya que ambos siguen interesados en trabajar juntos. Sin embargo, habrá que ver si el nuevo presidente finalmente accede a las exigencias de Valdés, o si sigue confiando en los mismos técnicos que hay actualmente en el fútbol base a la espera de que el exportero cambie de opinión.