No son los mejores tiempos para Jaume Roures. Condenado a través de una filial de Mediapro por corrupción en Estados Unidos, expulsado del fútbol francés por impago de los derechos televisivos que compró a la Ligue1, con Mediapro sometida a un duro ERTE, condenado a pagar 1,2 millones de euros al Barça tras una reclamación publicitaria que fue desestimada, derrotado por el club blaugrana en los tribunales tras forzar el cierre del canal de Youtube del Barça por emitir en abierto un Barça-Atlético Femenino... Y, a pesar de todo ello, sigue empeñado en meter sus tentáculos en la entidad catalana. Es su mejor remedio para salir del pozo económico en el que se encuentra.
Roures ha sido una de las personalidades que ha participado en el aval de Joan Laporta para presidir el FC Barcelona. El propietario de Mediapro ha decidido hipotecar su propio patrimonio sin entrar en la junta directiva del club porque quiere recuperar lo que en tiempos pasados fue su negocio más rentable. La productora catalana se vinculó al Barça en 2006 y desde entonces experimentó un crecimiento exponencial que le llevó a ser uno de los colosos en la gestión de los derechos televisivos del fútbol. Hasta que el Barça de Bartomeu decidió poner fin a la relación contractual que mantenían en 2015 y vendió los derechos de retransmisión a Movistar Plus.
Unidos por Johan Cruyff
El regreso de Laporta a la presidencia, y sus necesidades financieras para garantizar el contraval al Banco Sabadell, ha sido visto por Roures como la oportunidad perfecta para regresar al club azulgrana, del que es socio desde hace muchos años. El nuevo presidente fue quien le abrió las puertas del club en 2006 gracias a la buena relación que tenía con Johan Cruyff --Roures fue agente de Cruyff cuando era entrenador del Barça-- y todo apunta a que se las puede volver a abrir en esta nueva etapa.
Esta situación genera recelos en Madrid, toda vez que Roures mantiene una alianza con Javier Tebas para explotar los derechos de retransmisión de la Liga. Mediapro gestiona la emisión de los partidos y el calendario, escoge las repeticiones y selecciona los resúmenes que posteriormente se emiten en las cadenas informativas. Esto hace que desde Madrid crean que puede darse un trato parcial y favorable al Barça en determinadas cuestiones.
Javier Tebas y Jaume Roures en una imagen de archivo / EFE
Por el momento, se conoce que Roures le pone una parte del aval. Lo que se desconoce es que recibirá a cambio el magnate catalán, también enfrentado judicialmente con Sandro Rosell en un caso de supuesto espionaje que terminó con el caso archivado por falta de pruebas. El Barça, que también estaba incorporado en la causa fue absuelto. Pero a pesar de haber judicializado a su club en numerosas ocasiones --actualmente también forma parte de la acusación del Barçagate--, Roures quiere seguir teniendo mano dentro. De hecho, lo intentó hace dos años ofreciendo una esponsorización para el Espai Barça, pero la junta de Bartomeu nunca tomó en serio la propuesta.
La misión de mantener al Barça independiente
Los episodios entre Roures y el Barça son muchos y extensos en el tiempo. El propio Laporta, que ahora recibe su apoyo, también se las tuvo en su día con el empresario. Habrá que ver si han limado asperezas y, sobre todo, si el nuevo presidente es capaz de mantener un Barça independiente de poderes económicos, políticos y mediáticos, como el que representa el socio accionista y fundador de Mediapro junto a Tatxo Benet. Lo que todo el mundo sabe en Barcelona es que Jaume Roures nunca regala nada.