Por fin. Joan Laporta ha logrado cerrar la estructura de su aval sobre la bocina para ser el nuevo presidente del FC Barcelona. Apurando el plazo de 10 días naturales desde que ganó las elecciones y teniendo que asumir un peligroso precio: cederá el control económico del club a los avalistas que han desencallado la situación. Ellos son José Elías, el que pone el dinero que faltaba para sellar el aval, y Eduard Romeu, persona de la máxima confianza de Elías y llamado a ser el nuevo vicepresidente económico del club. Ambos tuvieron un papel clave durante una noche que se alargó hasta altas horas de la madrugada, aunque esta vez no fue por una fiesta en Luz de Gas.
La junta de Laporta, que estaba formada por 15 directivos en campaña y finalmente contará con un total de 20 miembros en la directiva, se reunió en la sede de la notaría D550. Pasaron horas allí dentro y recibieron pizzas y otros alimentos en forma de catering mientras notarios y responsables de riesgos del Banco Sabadell cotejaban la documentación necesaria para validar el aval de 124,6 millones de euros. Fuentes de la negociación aseguraron a Culemanía que "la noche será muy larga" aunque desde la candidatura de Laporta se mostraron "confiados y muy tranquilos", en declaraciones a este medio.
El reparto del contraval
El principal riesgo en caso de no validarse el aval ante la Liga es importante: no se podría investir al nuevo presidente y se tendría que repetir el proceso electoral. Sin embargo, es un escenario que ya nadie contempla. La irrupción de Elías, propietario de Audax Renovables --la compañía factura 1.000 millones de euros al año--, y de Romeu, el vicepresidente de la empresa, responde precisamente a evitar cualquier tipo de susto.
Tanto es así que Elías declaró a El Periódico que "seré el último en firmar, así que firmaré todo lo que falte". ¿A cambio de qué? De tener un control económico sobre la entidad. Algo que no hacía gracia a Laporta y ayuda a explicar la marcha de Jaume Giró, que vio amenazada su parcela, pero donde finalmente ha tenido que ceder el nuevo presidente porque desde Audax no iban a aceptar avalar semejante cantidad de dinero sin unas ciertas garantías de vigilancia. Donde no tendrán prerrogativas es en la parcela deportiva.
Eduard Romeu, junto a José Elías | REDES
Elías pone un mínimo de 45 millones de euros como contraval, aunque las fuentes consultadas por este medio aseguran que, al menos, acabará poniendo entre 53 y 58 millones. La estructura original de Laporta garantiza otros 50 millones, aunque el núcleo duro del expresidente --Rafa Yuste, Elena Fort, Josep Ignasi Macià, Alfons Castro, Xavi Puig o Josep Cubells-- prácticamente no aportará nada. Ya lo pasaron bastante mal con la acción de responsabilidad que aprobó la asamblea de compromisarios bajo la presidencia de Sandro Rosell. Serán los nuevos directivos, como Antonio Escudero, Jordi Llauradó, Juli Guiu o Miquel Camps quienes aporten entre 6 y 8,5 millones por cabeza.
La vía americana, cancelada
Esta es la cantidad que también correspondía poner a Jaume Giró antes de que decidiese saltar del barco. Y, de igual modo, deberá ser suplida por Audax o por alguno de los nuevos directivos que entran. Dos de ellos son Joan Soler, presidente del Vilafranca, y Ángel Riudalbas, propietario de B&B Trends, además del ya citado Eduard Romeu, culé confeso que en su día pidió a Elías que le ayudase a ser presidente del Barça algún día. De momento, será directivo.
La aportación de Elías, sumada a estos nuevos directivos y a otros posibles avaladores que no formarán parte de la directiva, ahorra a Laporta la posibilidad de recurrir a fondos de inversión americanos para garantizar el contraval. Esta era la fórmula que se negoció a través de la consultora JB Capitals y para la que sonaron algunas gestoras de capital riesgo como HPS o Apollo Global Management, especializadas en rescates millonarios. El problema es que pedían un tipo de interés muy elevado, en torno al 6% o 7%, a cambio de avalar y ello contribuyó a frustrar la operación. Finalmente, estos actores quedan fuera de la ecuación y el aval lo asume el Sabadell contravalado por el patrimonio de los directivos y la fortuna de José Elías generada con Audax.