Un 17 de septiembre de 2000, un niño llamado Lionel Andrés Messi aterrizaba en Barcelona procedente de Rosario. El motivo, una prueba con el FC Barcelona. No fue un romance desde el principio, pues en algunos momentos pareció que se truncaría la incorporación de Leo a La Masia, pero la insistencia de Carles Rexach y Josep Maria Minguella permitieron que sucediera todo lo que ha sucedido después: Leo Messi se ha convertido, de azulgrana, en el mejor jugador de la historia del club y, para muchos, también de la historia del fútbol.
El 10 blaugrana lleva toda una vida vinculada al club y a la ciudad de Barcelona. Una historia llena de éxitos, que empezó precisamente bajo el mandato de Joan Laporta. El abogado fue el primero en confiar en él y ofrecerle la primera renovación millonaria de su contrato. Fue en junio de 2005, cuando Leo apenas tenía 18 años. Se le subió el sueldo, amplió su vinculación hasta 2010 y pasó de tener un contrato profesional a otro de pleno derecho del primer equipo.
Laporta, en un acto junto a Leo Messi | EFE
Un contrato que en pocos meses se le quedó pequeño. Ese mismo verano, el argentino protagonizó una auténtica exhibición en el Mundial juvenil de Holanda. Se llevó el trofeo y no tardaron en aparecer los primeros cantos de sirena de grandes clubes europeos. Para evitarle las tentaciones, en septiembre de ese mismo año Laporta volvió a subirle el sueldo, y pasó a tener una ficha al nivel que corresponde a un futbolista de Primera División.
La tercera renovación llegó solo un año y pocos meses después, en enero de 2007. El 10 continuó con su línea ascendente. Nadie se imaginaba su irrupción con solo 19 años. Sus actuaciones demostraron a Laporta que estaba ante un talento único y generacional, y el presidente no dudó en prorrogar de nuevo su contrato hasta el 2014 y añadirle una cláusula prohibitiva para el resto de clubs con 150 millones de euros.
Contrato de estrella
Solo un año después, con la llegada de Guardiola al banquillo, Leo Messi pasó a ser la estrella indiscutible del equipo blaugrana, relegando a Ronaldinho. Un estatus en el campo tuvo su correspondencia económica y el Barça le triplicó el sueldo hasta llegar a los 8,5 millones de euros por campaña.
Finalmente, en su penúltimo año de mandato (2009), Joan Laporta cerró su quinta renovación a Messi en menos de cinco años. Un premio al primer triplete conseguido por el argentino, en el que además tuvo un papel determinante al anotar 38 goles y repartir 21 asistencias en 51 partidos oficiales. Ese mismo año, el crack rosarino recibió su primer Balón de Oro y el galardón al mejor jugador mundial de la FIFA 2009.
Leo Messi, en una de sus renovaciones con Laporta | FCB
Una temporada que lo confirmó como el mejor del mundo. En este sentido, el presidente se aseguró que el de Rosario seguiría muchos años más en el Camp Nou, ampliando su vinculación hasta el 2016 y añadiendo una cláusula de rescisión de 250 millones de euros. Además, se le propuso un sueldo astrónomico de 10,5 millones de euros anuales.
La sexta y la más importante
Antes de ser escogido presidente por los socios, Laporta reconoció que "era el candidato que tenía más opciones de renovar a Messi". El presidente tiene una relación más que cordial con el argentino. Fue el que le dio su primera oportunidad a nivel profesional y el que le acompañó durante sus primeros pasos, antes de llegar a la cima.
Cinco renovaciones evidencian que el entendimiento entre ellos siempre ha sido máximo. El capitán blaugrana siempre se ha sentido querido y valorado por Laporta. Confía en su palabra. Y ese es uno de los grandes argumentos por los que está más cerca que nunca de quedarse en el Barcelona. De momento, ya ha conseguido que la opción del Barça sea su prioridad, por encima del dinero de PSG y Manchester City.
Joan Laporta con Messi en una foto de archivo / EFE
Laporta buscará una sexta amplicación del contrato de Messi bajo su mandato, que podría ser la más determinante. La figura de Messi debe ser clave en la reconstrucción del Barça, tanto a nivel deportivo como económico. La historia de amor entre futbolista y presidente siempre ha sido de cuento. Esperamos que no se estropee en el último capítulo.