El caso Barçagate sigue resonando con fuerza en el Camp Nou. Este lunes, se han conocido más novedades sobre la polémica de las redes sociales, que de momento comportó la detención Josep Maria Bartomeu, Masferrer, Óscar Grau y Román Gómez Ponti por presuntamente utilizar 2,3 millones del club para mejorar la imagen del expresidente y erosionar la de sus rivales.
El diario El País ha tenido acceso a un auto de la jueza de instrucción número 13 de Barcelona, Alejandra Gil, donde se apunta que el registro de las oficinas del Camp Nou por los Mossos d’Esquadra, el pasado lunes 1 de marzo, no se habría producido si el Barça hubiese facilitado toda la documentación solicitada sobre el Barçagate. Por tanto, la falta de colaboración de la entidad fue una de las grandes responsables de esta comitiva.
Bartomeu, Masferrer, Grau y Gómez Ponti / CULEMANIA
Asimismo, la magistrada añade también que existe la posibilidad de que parte de algunos documentos relevantes para la investigación sigan todavía en las oficinas del Camp Nou. Se apoya en unas declaraciones que hizo el presidente de la junta gestora, Carles Tusquets, sobre la aparición de unas facturas. Es por eso que la jueza pide a los Mossos que traten de localizar en el estadio la posible existencia de contratos “estratégicos o confidenciales” que fueron mencionados por algunos testigos, ante la sospecha de que estén relacionados con la investigación.
Bartomeu controló el contenido de la auditoría de PwC
Por otra parte, la jueza Gil vuelve a poner el foco en Bartomeu, y lamenta el escaso alcance de la auditoría encargada por Bartomeu y su equipo a PriceWaterhouseCoopers (PwC) para delimitar responsabilidades. Se añade que el expresidente trató de “controlar en todo momento el contenido de la auditoría de PwC, limitando la información que pudiese llegar al resto de miembros de la junta directiva”. La junta, subraya, desconocía la existencia de los contratos, de ahí que el Barça sea perjudicado y no responsable en el Barçagate. La contratación, resume, “tuvo lugar sin que lo supiese el FCB como tal”.
Imagen de archivo de Noelia Romero / FCB
Finalmente, el auto reprocha a los responsables del Barça el despido de la jefa de cumplimiento normativo, Noelia Romero, que investigó por su cuenta las irregularidades. Tres días después de presentar su informe, recuerda la magistrada, fue suspendida de empleo y más tarde despedida.
También afea que el club contratara una auditoría de KMPG sobre los servicios de Romero, cuando la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ya “realiza periódicamente una auditoría de los servicios de compliance de los clubs de fútbol”. Esa contratación “en principio no tiene sentido” y “bien podría estar encaminada a desacreditar el trabajo” de Romero. Por tanto, las últimas afirmaciones de la jueza hurgan todavía más en la herida de Bartomeu y Masferrer, a los que sitúa como principales señalados en este caso.