Nuevos detalles importantes de la investigación que los Mossos de Esquadra realizaron contra la junta directiva de Josep María Bartomeu sobre el caso Barçagate están saliendo a la luz, después de que la jueza levantase el secreto de sumario del caso.
En este sentido, las últimas informaciones apuntan a que La Masía y la Fundació Barça también habrían estado salpicadas por una trama en la que la antigua cúpula blaugrana no solo habría contratado diferentes empresas para mejorar su reputación y deteriorar la de algunos detractores; sino que además se habría pagado un sobrecoste para este trabajo y se habrían desviado facturas a diferentes partidas para evitar pasar por los órganos de control de la entidad.
Imagen de una acción de la Fundació Barça | FCB
Según avanzó RAC1, los implicados habrían firmado un contrato por valor de 176.400 euros a nombre de la Fundación Barça, por un trabajo que nunca llegó a hacerse. Los responsables no vieron reflejado este dinero en ninguna área de acción, y no consiguieron tampoco repercusión ni beneficio alguno en sus actividades. Un modus operandi que también usaron con La Masía, por la que se pasaron 192.000 euros fraccionados en 16.500 euros mensuales que se ingresaron en la empresa Tantrasoft, perteneciente al conglomerado dirigido por Carlos Ibáñez del cual también forma parte I3 Ventures.
Los intentos de Bartomeu por tapar la investigación interna
Asimismo, también se han conocido los intentos de Josep María Bartomeu por obstaculizar la auditoría interna del club, llevada a cabo por Noelia Romero, poco antes de que fuese suspendida de empleo y sueldo. El expresidente se centró en controlar el trabajo de la antigua compliance officer, e incluso le negó el acceso a algunos archivos. No obstante, ni siquiera eso impedió que se publicarse un informe que sí vieron todos los miembros de la junta directiva, y donde ya se podía ver que había irregularidades.
Imagen de archivo de Noelia Romero / FCB
En una acción para intentar descifrar lo que estaba ocurriendo, con una investigación interna de manera independiente y no supeditada al control de los directivos y del presidente del FCB, Romero, que actuó como tocaba en este caso, acabó perdiendo su empleo, en una acción donde, como dicen los Mossos, se intentó que: "Durante la investigación interna se observaron presiones por parte de los directivos para que el informe no tuviera demasiado recorrido y no se hiciera público". Noelia Romero, con el informe finalizado, descubrió que los contratos firmados con I3 Ventures se saltaban: "Sistemáticamente el protocolo de contratación del club".