Desestimado el recurso del FC Barcelona a la decisión de Comisión Europea. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmó este jueves que lo cuatro clubes españoles que no son SAD (Sociedad Anónima Deportiva) --Barça, Real Madrid, Osasuna y Athletic Club-- deben volver al Estado los impuestos no pagados por haberse beneficiado de un trato fiscal favorable.
El organismo europeo exige al Estado a recuperar las ayudas fiscales ilegales de las que se han beneficiado los cuatro clubes españoles que durante 20 años disfrutaron de un tipo fiscal ventajoso del 25% al 30% del resto de clubes cuya propiedad no es de los socios. Ahora deberán abonar esa diferencia.
Concretamente la multa será entre 0 y 5 millones de euros para cada equipo, aunque las cantidades las fijará las autoridades españolas. Desde la Comisión Europea consideraban que se trataba de una ayuda pública ilegal que otorgaba beneficios de carácter inmediato a Barça, Madrid, Osasuna y Athletic.
Sergio Busquets durante el partido del Barça contra el Athletic Club / FC Barcelona
Sergio Busquets durante el partido del Barça contra el Athletic Club / FC Barcelona
La decisión fue recurrida en su día por catalanes y vascos, pero fue rechazada por cuestiones de procedimiento. El Tribunal de Justicia de la UE le ha dado la razón a la Comisión Europea y ha anulado la sentencia anterior del Tribunal General de la UE.
Se han desestimado los cuatro motivos que se formularon basado en “unos errores que supuestamente incurrió la Comisión en su examen de la ventaja conferida, en la violación de los principios de protección de la confianza legítima y de seguridad jurídica”. La UE considera que no justifica “la lógica interna” del sistema fiscal español.
La primera reacción
Toni Freixa, que compareció ante los medios de comunicación este jueves para valorar la campaña le sacó hierro a este asunto: “Desconozco si la sentencia es firme. El resultado de todo esto es ingresar al Estado la diferencia. Seremos club y no SAD si no nos endeudamos. Si emitimos bonos, habrá un punto que los acreedores mandarán más que nosotros. Europa no dirá cómo tenemos que ser”.