El registro de los Mossos d'Esquadra en las oficinas del FC Barcelona se está saldando con una dolorosa pena de telediario que, por encima de todo, perjudica al propio club. Cuatro detenidos, entre ellos el expresidente Josep María Bartomeu, por iniciativa del cuerpo policial pero sin contar con una orden de detención de la magistrada instructora del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona. Una situación que levanta sospechas a tenor de las informaciones publicadas en Crónica Global y Culemanía los pasados meses de agosto y septiembre.
Más allá de los intereses políticos que se intuyen tras esta acción dirigida por Lluís Miquel Venteo y Jordi Ollé vinculada a la influencia del expresidente Carles Puigdemont, la realidad es que tanto Bartomeu como Jaume Masferrer, Òscar Grau y Román Gómez Ponti restan detenidos en la comisaría de Les Corts. Ni siquiera se sabe si volverán estas noches a dormir a su casa o tendrán que hacerlo en el calabozo, aunque todo apunta a que una vez presten las declaraciones oportunas no tendría que haber mayor problema para que regresen a sus hogares.
Pancho Schroeder y Mireia Simón
Los Mossos querían volverles a tomar declaración para recabar más información sobre el llamado Barçagate. En esa línea se expresó la jueza, que sí pidió el registro de las oficinas del Camp Nou, pero se ha desmarcado explícitamente de todas las detenciones. Pero además de tomar declaración a los cuatro detenidos, el cuerpo policial también ha vuelto a interrogar a los demás trabajadores que formaron parte de los interrogatorios celebrados el pasado 5 de julio, cuando los Mossos registraron por primera vez las oficinas del club.
Una imagen de archivo de Pancho Schroeder / Redes
Varios trabajadores del Barça han tenido que acudir a las oficinas para prestar declaración, ya que debido al COVID cerca del 98% de los empleados del club están trabajando desde sus casas, según informan fuentes de la entidad a este medio. Entre los que quería interrogar la policía se encontraban dos personas de mucho peco específico en el organigrama ejecutivo del club: el director financiero, Pancho Schroeder, y la nueva complicance officer, Mireia Simona, que asumió el cargo tras el polémico despido de la anterior en el cargo, Noelia Romero.
Informes con polémica
El despido de Romero levantó polvareda porque se produjo, precisamente, poco después de presentar su informe de control sobre lo que había sucedido con el Barçagate. Ese informe interno fue complementario a la auditoría de Price Waterhouse Coopers, aunque extraía algunas conclusiones diferentes. En teoría, y pese al despido de Noelia, ambos informes obran en autos y por tanto forman parte ya de la investigación tanto del juzgado de instrucción como de los propios Mossos, que se están ocupando del caso de forma paralela.
Otra de las acciones que han llevado a cabo los Mossos, además de recabar todo tipo de información documental mediante los denominados forénsicos --para tener acceso a ordenadores, tablets y smartphones de los interrogados-- ha consistido en cortar la red de comunicaciones interna, denominada VPN. Ello impedía trabajar con normalidad a determinados empleados del club, especialmente los de comunicación, que tienen la responsabilidad de organizar unas elecciones a la presidencia en menos de una semana.
Comunicado de los Mossos
Horas después de marcharse del Camp Nou, el Área Central de Delitos Económicos de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra publicó un comunicado en el que se apuntó que realizaron "cinco registros y detuvieron a cuatro personas" presuntamente relacionadas con el caso BarçaGate.
Estos cinco registros --uno de ellos en las oficinas del Camp Nou-- se realizaron en diferentes espacios, tanto de sociedades como de particulares, para buscar material útil para la investigación. Los Mossos han destacado la actitud y la colaboración de la entidad blaugrana en los registros de este lunes y en el transcurso de la investigación, que actualmente sigue activa.