El lunes 11 de enero fue un día muy ajetreado en las oficinas del FC Barcelona. Era la fecha límite para que los nueve precandidatos de las elecciones a la presidencia de la entidad presentaran las firmas de los socios. Joan Laporta, Víctor Font, Toni Freixa y Emili Rousaud (que luego cayó) entregaron más apoyos de los necesarios. Vilajoana también dio las papeletas, aunque se quedó por debajo de las 2.000.
Hubo cuatro precandidatos que, en vez de entregar las firmas, las rompieron. Jordi Farré, Lluís Fernández-Alà y Pere Riera se presentaron en el Auditori 1899 y, dentro de las instalaciones, rompieron los apoyos. Agustí Benedito se retiró de la carrera electoral horas antes y ni siquiera se personó en la sede de la institución.
Fernández-Alà, eso sí, emitió un comunicado en el que explicó que su precandidatura optó por librar y romper las papeletas dado que, al no tener firmas suficientes, no podían tener un representante en el recuento: "No nos gusta nada esta opción, creemos que ninguna de las opciones da las garantías y la transparencia que desearíamos, pero es la opción es escogimos".
El dinero
Los cuatro aspirantes a la presidencia del FC Barcelona que rompieron las papeletas tienen algo en común: los problemas económicos. Especialmente Agustí Benedito, Lluís Fernández-Alà y Pere Riera. Todos ellos van muy justos de dinero con sus respectivos negocios y todos se excusaban en que el aval "me lo pone un banco".
Lluis Fernández Alà, en la presentación de su candidatura | EFE
A diferencia de ellos tres, Jordi Farré parece ir algo más holgado en la parcela económica. El precandidato de Nou Impuls Barça siempre alardea de ganar mucho con sus negocios y hay datos del Registro Mercantil que lo avalan.
Farré aparte, el tema económico es la gran diferencia entre los precandidatos que rompieron las firmas y el que no lo hizo, Xavi Vilajoana. El que fuera directivo del FC Barcelona durante la era Bartomeu se gastó mucho dinero en la precampaña y estaba convencido de poder luchar por convertirse en presidente del club azulgrana.
La popularidad
Vinculado con el aspecto económico, hay otro tema que comparten los cuatro aspirantes que destruyeron las papeletas: la búsqueda de popularidad. Esto es algo que resaltaba especialmente en el caso de Jordi Farré, que fue uno de los grandes protagonistas de la precampaña. El líder de Nou Impuls Barça no dejó indiferente a nadie: las pizzas, los tatuajes y la mentira a TV3 marcaron su intento de llegar a la presidencia.
Jordi Farré posa para Culemanía en su sede electoral / CULEMANIA
En el caso de los otros tres, es innegable que optar a dirigir el FC Barcelona da presencia en los medios de comunicación. De una forma u otra, todos se han dado a conocer, especialmente Fernández-Alà y Pere Riera, pues Benedito ya era conocido. Entre la popularidad y el dinero, todos tenían motivos para presentarse como precandidatos a las elecciones. Tampoco perdían nada.